Los paramédicos desempeñan un papel muy importante al momento de prestar un servicio, lo cual es vital para la persona afectada, ya que de ellos dependen los primeros auxilios médicos que hacen la diferencia entre la vida y la muerte.
Gracias al soporte de la atención primaria que garantiza la vida, al estabilizar al paciente en cualquier situación de peligro gracias a su destreza, ética y vocación de servicio.
Hace unos días, la policía de Pasadena, en California, EE.UU, compartió un impresionante video que muestra a uno de estos héroes anónimos rescatando a una pareja de adultos mayores que cayeron en un cañón, mientras realizaban senderismo en Rubio Canyon, un popular sitio para excursiones.
Aproximadamente a las 4:20 de la tarde del sábado, una mujer de 68 años que estaba de excursión en compañía de un hombre, por alguna extraña razón terminaron alejándose del camino y se perdieron. Cuando los paramédicos y socorristas llegaron en helicóptero al lugar, descubrieron que la mujer colgaba aferrándose con todas sus fuerzas a unas raíces que sobresalían de un acantilado.
Sin pensarlo, el grupo de rescatistas puso manos a la obra y se las ingenió para bajar a uno de los trabajadores del servicio de emergencia por medio de un arnés, hasta que el hombre logró colocarse en la posición correcta, en el momento justo antes de que la mujer perdiera el control y cayera en el fondo de una caverna.
La arriesgada misión fue capturada por las cámaras de un famoso medio televisivo, y las imágenes muestran al heroico voluntario agarrando a la mujer de su camisa para después alzarla en peso y ponerla en un lugar seguro. Una vez que se recuperó de la conmoción, la mujer se reunió con su acompañante en un fuerte abrazo y ambos fueron escoltados hasta un claro de la montaña, a pie.
“Conozcan a mi heroico salvador”, puede leerse en la leyenda de la foto publicada por la víctima en su cuenta de las redes sociales. Afortunadamente, las únicas heridas sufridas por la pareja de excursionistas no pasaron de unos cuantos rasguños y heridas menores, por lo que no fue necesario que recibieran atención médica.
Luego de lo ocurrido, continuaron con su caminata y seguramente llegaron a casa con una nueva e interesante experiencia que contar a sus amigos, además de algunas fotos para el recuerdo de un día accidentado, pero, afortunadamente, sin mayores incidentes que lamentar más que algunos moretones y, eso sí, un gran susto.
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