Uno de los grandes males de la historia actual de la humanidad, es sin duda el cáncer, cada día mueren miles de personas debido a esta grave enfermedad, las causas pueden ser muchas y aún existe un largo camino por investigar, como controlar este padecimiento.
Siempre, cuando surge en un miembro de la familia, esta enfermedad surge también una gran tristeza y los ánimos pueden situarse por los suelos. Es cuando es necesario ser fuertes y afrontar la realidad apoyándose unos con otros.
Aún es más doloroso, cuando la vida que está en juego es de una pequeña, al ver que tiene un futuro por delante que se ve truncado por este suceso.
Tal fue el caso una pequeña llamada Abby, quien fue diagnosticada con leucemia cuando sólo contaba con 4 años de edad, los doctores aseguraban que tenía un 20% de posibilidades de sobrevivir a ese tipo de cáncer, que por lo regular es sumamente invasivo.
Foto: Facebook/PattyFurco
Lo que sucedió a partir de este hecho, fue algo extraordinario, pues a pesar de los pronósticos la familia Furco decidió reunir su fuerza y seguir luchando por la vida de Abby, la pequeña demostró que no se rendiría.
Cuando sucede algo tan fuerte en la familia lo mejor es dar apoyo y amor todo el tiempo, los Furco tuvieron que redoblar esfuerzos ante aquella lucha.
Las hermanas de Abby, también pequeñas, tuvieron que ser pacientes, pues el hospital se convirtió en la segunda casa de la familia. Todo era muy agotador. Pero seguirían de pie ante todo y decidieron no rendirse.
Después de tiempo de intensa lucha, Abby comenzó, favorablemente, a presentar mejorías en su salud, su progreso fue notable y todos, médicos y familiares se encontraban muy felices por ese hecho. Abby regresó a la escuela y poder convivir con sus compañeros la llenó de fuerza, desafortunadamente, el cáncer volvió a manifestarse, ahora con más fuerza que antes.
Foto: Facebook/PattyFurco
Los dolores se intensificaron, la inmovilidad la invadió y era muy difícil hacerla comer, incluso ya casi no podía hablar, las cosas iban empeorando gradualmente hasta que la familia decidió mudarse a Chicago, donde se encontraba el hospital, para poder estar con ella más tiempo. Ahora comenzaba una nueva lucha, esta ocasión sería más dura.
Abby había recibido un implante de médula anteriormente, pero en ese momento se dieron cuenta que su cuerpo lo había rechazado. Nada parecía alentador, pues el cáncer comenzó a afectar varios órganos.
El momento más fuerte que tuvo que enfrentar la familia fue cuando recibió la noticia de los médicos, informándoles que la pequeña, ya sólo le quedaría como mucho dos días de vida. Este fue el momento más difícil que tuvieron todos que enfrentar, nadie podía creer que no podría superar esa crisis, alguien tan pequeño con toda una vida por delante.
Una de las mejores decisiones que tomaron fue sacar a Abby del hospital y llevarla consigo a casa, donde recibiría todo el amor y los cuidados de la familia.
Foto: Facebook/PattyFurco
Se reunieron entonces todos los amigos y parientes de todas partes, apoyando a la familia Furco y fue entonces cuando Abby habló ante todos y lo que tenía que decir marcaria para siempre el curso de esta historia.
”Tengo tanto por vivir”. Esas fueron sus palabras y sorprendentemente, a pesar de todos los pronósticos, la pequeña comenzó a reponerse. Era un verdadero milagro ver como luchaba por su vida y como poco a poco fue tomando fuerzas para poder seguir viviendo. Nadie se explica cómo fue que esto sucedió, pues prácticamente estaba a un paso de la muerte.
Aún nadie puede explicar cómo fue que sucedió esto, incluso los médicos no pueden comprender que fue lo que pasó, es muy claro que el amor y la unión que generaron los Furco generó un verdadero milagro.
Foto: Facebook/PattyFurco
Abby sigue con su familia y a la fecha disfruta mucho estar con ellos y con sus amigos viviendo una vida llena de esperanza.
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