Desgraciadamente nuestra sociedad exige cánones de belleza que a veces se pagan con graves consecuencias en nuestro cuerpo.
Así le sucedió a Mariela Ayala de 31 años que decidió hacerse una liposucción barata y acabó perdiendo una pierna.
La historia comenzó cuando Mariela, el día de su cumpleaños decidió regalarse una liposucción.
Quería hacerlo de manera rápida por lo que no investigó con profundidad en dónde hacerse la liposucción. Así que contacto a un “cirujano” que además le cobraba muy barato.
La ansiedad por hacerlo rápidamente hizo que se apurase por encontrar un cirujano, además de que no cobrara demasiado caro. Mariela mencionó.
“Busqué por internet cirujanos y di con un doctor que me ofreció una promoción por mi cumpleaños: además de sacarme la grasa de la panza me ponía el excedente en los glúteos”
Mariela se hizo los análisis prequirúrgicos, se encontraba en óptimas condiciones para someterse a la operación que se realizó el 12 de junio, la acompañó su madre al Instituto de Estética en el barrio porteño Colegiales. Después de la operación descansó y no había mayores complicaciones por lo que salió caminando.
Pero no tardó en tener fiebre y sentirse muy mal, por lo que Mariela llamó al “médico”.
“El dolor se volvió insoportable. No podía caminar y volaba de fiebre. Le mandé un mensaje al médico, le dije que no aguantaba más. Pero no me respondió, así que llamé a una ambulancia”.
Fue trasladada de manera urgente a un hospital. Nunca imaginó que se quedaría ahí hasta agosto por una infección.
“Ahí me dijeron que la infección estaba muy generalizada. Lo primero que hicieron fue tratar de sacarme lo más que pudieran la infección”.
Lo que sucedió fue que Mariela tuvo un shock séptico a causa de un virus. Estuvo en coma farmacológico por más de una semana. Cuando despertó se dio cuenta que le faltaba la mitad de su pierna derecha.
“Me desperté y me faltaba un pedazo. Estaba muy shockeada viendo que en la cama sobraba un espacio. Tuvieron que venir las enfermeras a calmarme”.
Desgraciadamente Mariela estuvo al borde de la muerte. En un principio los médicos pensaron en la necesidad de amputarle las piernas, una mano y un brazo, pero gracias a un antibiótico eso no sucedió.
Mariela inmediatamente inició un proceso judicial en contra del “cirujano” que la dejó sin una pierna.
Su abogado asegura que el médico actuó con dolo por no responder las llamadas de Mariela.
Mariela no solo busca justicia, también busca concientizar a otras personas para que no acudan con el primer médico que encuentren por internet.
“Estamos en una sociedad donde lamentablemente todo es superficial y lo estético es lo que cuenta. Quiero decirles a las chicas que se valoren más, que lo que vale es la persona, no el físico”.
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©Mariela Ayala