Fueron momentos desesperantes, estaban realmente aterrados ante este accidente después de encontrarse muy contentos en su comida.
Si alguna vez se te ha atorado la comida en la garganta sabrás lo desesperante que resulta esa sensación. Es una situación que llega a alterarnos de manera inmediata, es por eso que es muy importante masticar correctamente los alimentos, para no correr ningún riesgo de ahogarse. Esto fue lo que le sucedió a Isak Bester.
Este hombre de 50 años se encontraba con su pareja, Sarah Glass, disfrutando de una rica barbacoa en Nueva Zelanda cuando de momento comenzó a vivir una pesadilla que recordará toda su vida.
Fue cuando estaba comiendo un trozo de carne que engulló sin masticar lo suficiente y se le atoró en la garganta, esto ocasionaba la obstrucción del aire, no podía respirar y estaba ahogándose.
Todo ese momento que era de felicidad se convirtió en una horrible pesadilla para la pareja. Pero Sarah estaba preparada para actuar en este terrible momento.
Ella había trabajado durante mucho tiempo como partera, así que tenía conocimientos en primeros auxilios, por este motivo se puso en acción y le aplicó reanimación cardiovascular a Isak, además, trató de guardar la calma. Sarah declaró al “Daily Mail de Australia”:
“Estaba completamente morado, pero al darle aire, parecía que podría ayudarle a mantenerse vivo”
Pero a pesar de sus esfuerzos, a los 8 minutos del incidente, esta técnica no estaba dando resultados, Isak estaba muriendo.
Estaba decidida a salvarlo a como diera lugar, así que le pidió a las personas que trabajaban en ese restaurant que le proporcionaran uno de sus cuchillos más afilados, pues le haría una traqueotomía como medida de emergencia. Todos se movilizaron y trataron de ayudar a Sarah en lo que necesitara pues parecía saber bien lo que estaba a punto de hacer.
Sarah había estudiado este método desde hacía 20 años.
La mujer de 45 años, sin temor alguno, comenzó el proceso y cortó la garganta de su novio abriendo un orificio en su tráquea y colocó una jeringa que llevaba consigo pues traía a la mano su kit para atender partos. De esta manera puedo abrir un canal por donde Isak pudiera respirar.
Afortunadamente y para suerte de Isak, Sarah llevaba también un pequeño tanque de oxígeno pues lo utilizaba en algunas emergencias. Esto ayudó también a su novio a recuperar el aliento.
¡Fueron 8 largos minutos de incertidumbre!
Después de su intervención de emergencia a los 20 minutos del incidente, llegaron los paramédicos para llevar en avión a Isak al hospital más cercano donde permaneció 7 días en tratamiento. Afortunadamente hoy este hombre se encuentra cada vez mejor.
nzherald
Que valentía y determinación de Sarah, es de admirarse.
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