La madre intentó suicidarse sin éxito después del crimen atroz.
Una mujer, de 31 años y de origen nepalí, asfixió a sus tres hijos pequeños en Viena (Austria) y luego llamó a la policía para confesar.
La madre le dijo a las autoridades, “maté a mis pequeños”.
Según medios austriacos, después de recibir la confesión, la policía pudo confirmar lo sucedido al llegar al hogar de la familia.
En la escena encontraron los cuerpos de una niña de 9 años, otra de 3 y un bebé de ocho meses.
Cuando llegaron los agentes confirmaron el deceso de los dos hermanos menores y trasladaron a la hija mayor al hospital, donde los médicos lucharon para salvar su vida durante casi una hora sin éxito.
Pero la mujer no solo le quitó a la vida a sus pequeños, sino que había intentado suicidarse antes de confesar el delito pero no pudo lograr su cometido.
Según el portavoz de la Policía, Paul Eidenberger, la sospechosa tenía heridas superficiales en las manos ocasionadas con un cuchillo que no ameritaban tratamiento médico.
Poco después, la mujer fue arrestada e interrogada, al igual que el padre de los menores, de 44 años, quien vivía separado de la familia debido a una restricción de acercamiento.
Al parecer, la pareja tenía varios problemas que previamente habían sido puestos en conocimiento de las autoridades.
Sin embargo, los organismos competentes han asegurado que los contactos anteriores con los padres no revelaban ningún riesgo para los niños y, por lo tanto, una situación como esta “no se podía prever”.
Hasta el momento se ha confirmado que el padre de los niños no estaba en el apartamento cuando ocurrió la tragedia.