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    Categories: Experiencias

Una chica comparte su impactante historia, llegó al hospital con un problema muy embarazoso


Un hecho que ocurrió a una chica hace poco fue algo que se podría considerar como peculiar, pero para ella su experiencia le dejó una gran lección.

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Ella contó lo que le sucedió a un medio de Gran Bretaña con el fin de informar sobre esta situación para compartirla con el público, sobre todo a otras chicas, pues realmente fue algo embarazoso.

De manera muy honesta y en un acto de valentía relató su experiencia pues con esto considera que puede contribuir a que a otras mujeres no les suceda, pues ocurrió precisamente con su pareja con quien estaba viviendo un momento íntimo, lo que pasó fue que en pleno momento un juguete sexual quedó atrapado dentro de su recto y no pudieron ninguno de los dos sacarlo aunque intentaron todo.

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Ella con poca experiencia en situaciones como esta pues sólo tiene 20 años, no sabía cómo solucionar esa situación tan incómoda, además de dolorosa. Por lo mismo no pensó jamás que ese accidente en apariencia solucionable, podría haberle costado a vida si no hubiera ido rápido al hospital.

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A continuación te presentaremos su historia.

Emily, la chica de la que hablamos se encontraba con su novio experimentando con un nuevo juguete sexual que acababan de comprar pero de pronto, este objeto quedó atorado en su recto.

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Cuando Emily sintió que el juguete se encontraba totalmente dentro de su trasero trato de varias maneras retirarlo con sus propias manos.

Pero por más que luchó no tuvo éxito, en ese momento estaba muy preocupada y pidió a su pareja que la llevara rápidamente al hospital, pero él argumentó que lo mejor era que esperara a que el juguete saliera de manera natural, además agregó que le era imposible pues tenía que salir a trabajar temprano.

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¿Lo pueden creer?

Cuando Emily despertó pidió muy temprano a su compañera de piso que la acompañara al hospital.

Emily se sentía aturdida y avergonzada por la situación, al mismo tiempo, muy incómoda por su situación, por tal motivo al llegar a la recepción pidió un lápiz y papel para escribir lo que tenía y no escucharan otros pacientes.

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La mujer que la recibió en la recepción al leer su nota le dijo que no se preocupara, pues ya había visto casos más fuertes que el de ella, así que no tenía de que preocuparse.

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Fue una espera de tres horas que para Emily fue una eternidad, después de eso le hicieron radiografías.

Esto era lo que mostraba la radiografía y así se veía el objeto.

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Había llegado tan adentro que corría el riesgo de que su intestino fuera perforado, tuvo suerte de que no sucedió.

Todavía tuvo que soportar la incomodidad del objeto mientras los especialistas valoraban su radiografía.

Al final tuvo una intervención quirúrgica para remover el objeto.

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Emily decidió compartir su experiencia pues piensa que de alguna manera puede ayudar a personas que se encuentren en su misma situación.

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Emily declaró:

 “No es tan embarazoso como parece” 

Afortunadamente ella está bien y no tuvo consecuencias, lo único preocupante de toda esta experiencia fue la reacción del chico que fue muy poco responsable.

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Este es el juguete visto desde otro ángulo.

Impresionante ¿No crees?

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