Todas las mañanas aparecían rosas en la puerta de entrada de su hogar, solamente su gato había visto a su admirador secreto, hasta que decidió espiar y lo que descubrió la sorprendió profundamente.
A todos, aunque digamos que no, nos encanta recibir obsequios, detalles y demostraciones de cariño. Aunque nos hagamos los duros, siempre es bueno sentirnos queridos.
Aunque cuando no sabes de donde viene ese halago, se genera una intriga tremenda y nos asalta la curiosidad. Esto le sucedió a Rosie, una mujer mayor que llegó a vivir a una nueva casa y a los pocos días comenzó a recibir estas muestras de admiración de un desconocido admirador.
¿Quién podría ser este admirador que tiernamente depositaba flores en su puerta? Seguramente su autoestima se elevó al igual que su curiosidad.
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