En Alaska, un hombre llamado Tim Newton vive en una propiedad en los límites de un área de reserva natural, por esta razón es muy común que se vean algunas especies silvestres atravesar su propiedad.
Esto ocurre con frecuencia en lugares como este en Alaska. Pero algo especial ocurrió cuando una manada de felinos salvajes no sólo atravesó, sino que tomaron la entrada de su casa como lugar de juegos. Fue tanto el alboroto de estos gatos que Newton quien permanecía dormido en ese momento, despertó por tanto ruido.
Newton declaró al sitio “The Dodo”: “Estaba justo por amanecer, cuando oí algunos ruidos, era como algo que se estrellaba en la fachada de la casa. Cuando desperté, pensé, ‘¿Qué diablos está pasando?’ Así que me puse mi bata y lentamente moví la cortina. Y allí frente a mí, muy cerca, estaba un cachorro de lince sentado observando a sus hermanos.”
Precisamente se encontraban tres o cuatro cachorros de lince haciendo un verdadero revuelo, divirtiéndose a lo grande justo en la cubierta de la casa, él aprovechó y tomó su cámara para capturar todo lo que estaba sucediendo.
“Estaban corriendo en todas las direcciones, agarrándose uno al otro. ¡Qué suerte tuve, fue increíble!, esto simplemente supera todo, ¡fue maravilloso!”
Esta especie de felinos son por lo regular muy evasivos y se espantan con facilidad, incluso Newton sólo ha llegado a verlos unas cuantas veces en su estado natural. Por esta razón se sentía muy afortunado de poder presenciar esta maravilla y fotografiarlos tan fácilmente desde su propia casa.
Poco tiempo después, los linces huyeron de ese sitio y entraron directamente su patio, él pensó que todo su jugueteo había terminado, pero en realidad apenas estaban comenzando. Newton logró escuchar a la madre de los pequeños linces maullar, después uno por uno, salieron siguiendo el llamado de su madre.
Lo más increíble, fue que Newton captó un momento en donde pudo tomarles una fotografía, parecía que posaban para él.
Ellos no parecían darse cuenta de lo que estaba pasando y de que Newton estaba ahí, excepto uno de los cachorros que al escuchar ruido se acercó a la pantalla para ver que estaba del otro lado.
Después de dejarlos explorar y jugar, la madre lince decidió que era tiempo de marchar, así que rodeó a sus cachorros y todos regresaron juntos a su casa. Fue algo increíble para Newton.
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Fotografías de Tim Newton Photography