Cada día nos sorprenden más las publicaciones e imágenes difundidas por internet.
Es tanta la información que podemos encontrar en las redes, que no faltan publicaciones o páginas que puedan tener malas intenciones o que induzcan a los más jóvenes a una especie de adicción o malinterpretación de sus contenidos. Cada vez se generan más y más páginas con materiales dirigidos hacia los adolescentes. Algunas de las explicaciones que dan algunos expertos, es que precisamente en esa etapa del ser humano, nos llegamos a sentir más vulnerables e impredecibles, pues en la adolescencia se va conformando el carácter, los valores y la toma de decisiones. Muchas veces todo ese material que se sube a la red puede ser mal interpretado y convertirse en un riesgo.
La historia que contaremos a continuación, nos invita a reflexionar. Es una historia fuerte, pero a veces es necesario conocer estas experiencias para darnos cuenta de hasta dónde puede llegar un juego y salirse de las manos, sobre todo en las jóvenes generaciones.
Foto: Newsely
Algo que está marcando tendencia en las redes son los llamados retos, algunos van desde lo más absurdo hasta aquellos con fines mediáticos para auto promocionarse o incluso para apoyar una causa noble. Algunos de estos retos que se propagan en los adolescentes permanecen ocultos para los adultos y pueden llegar a convertirse en un peligro. En la historia que te contaremos descubrirás por qué.
Todo sucedió en Arkansas, Estados Unidos, cuando un joven llamado Nikolas Conrad fue invitado por uno de sus compañeros a pasar una velada en una casa de uno de ellos, acompañados además por otros cinco amigos de la misma edad. Todo parecía normal y bajo control, incluso los padres del joven anfitrión estaban muy pendientes de las necesidades de los chicos invitados, aunque en estas circunstancias es imposible tenerlos todo el tiempo vigilados, pues resultaría incómodo.
Como tantas veces sucede, los juegos en los jóvenes se pueden salir de control, eso fue lo que sucedió en esta historia, donde Nikolas después de pasar la noche con su supuesto amigo, despertó con una severa herida en el cuello. Fue tanto el dolor al notar la inflamación que no pudo evitar llorar y gritar pidiendo auxilio. Fue llevado a su casa con su madre quien lo llevó de inmediato al hospital. Lo que sucedió fue sorprendente.
El medico señaló que se trataba de una quemadura de segundo grado. Después de indagar de donde surgió el daño, sus amigos confesaron que Nikolas fue víctima del reto del agua caliente o hot water challenge, que consiste en lanzar agua hirviendo a 60 grados de temperatura o escupirla a cualquier persona por pura diversión, agregaron al confesar, que no se imaginaban que le harían tanto daño.
Lógicamente la madre de Nikolas no pudo evitar enfurecerse porque en un principio, ella se imaginaba que había sido un accidente. Jamás imaginaron que se trataba de un juego tonto y mucho menos el chico que consideraba que estaba en buenas manos y con verdaderos amigos.
Fue lógica su reacción al descubrir la verdad y término por decirles que jamás les volvería a hablar y con mucha razón.
Foto: Daily Mail
Declara la madre de Nikolas “ Muchos padres jamás sabemos lo que tenemos en nuestra propia casa, nunca hay que pensar que nuestros hijos no serían capaces de llegar tan lejos, porque muchos son capaces de hacer cosas horribles y lastimar a quien sea, es una pena que todo esto haya ocurrido”.
Este reto es solo uno de los tantos que se han hecho populares en las redes por los jóvenes, quienes muchas veces no miden las consecuencias de atreverse o demostrar a los demás que pueden ganar un reto y llegan a lastimar a muchas personas con esos “juegos”, incluso con consecuencias fatales.
Así ha ocurrido en Estados Unidos en al menos un par de casos con jóvenes que han resultado severamente lesionados que incluso han muerto. Tal fue el caso de una pequeña de tan solo once años quien bebió agua hirviendo, afectándose gravemente la tráquea y muriendo a las pocas horas.
Su madre Diane Johnson hace un llamado a los adultos para supervisar a sus hijos y establecer más comunicación con ellos. Solo así podremos saber un poco más acerca de lo que están haciendo nuestros jóvenes y evitar una tragedia.
Foto: Appreciate
Finalmente estas historias las transmitimos para generar conciencia de los riesgos que corren nuestros jóvenes, acercándonos un poco más a ellos y conociendo que es lo que necesitan y lo que buscan en las redes podremos ponerlos a salvo de cualquier locura.
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