Se dice que la comodidad siempre tiene un precio que pagar, es decir… a mayor comodidad, mayor es el precio que pagamos.
Y sin duda alguna, la herramienta que nos facilita la vida en casi todo, es el Internet.
Piénsalo, estás leyendo este artículo porque tienes Internet. Sino, tendrías que caminar hasta una librería para comprar una revista.
El Internet es una compleja red entretejida de señales que se transmiten y se reciben a través de satélites.
Y para que los satélites y las antenas transmitan estas señales en todo el mundo, necesitan energía, ¡MUCHA energía! Todo lo que usa electricidad, desde reactores nucleares hasta nuestra televisión, computadora y teléfonos móviles, emite radiación.
Las radiaciones son ondas invisibles de energía que nuestros ojos no pueden ver pero que pueden tener un efecto perjudicial en nuestra salud.
Los científicos han estado hablando por décadas sobre los efectos nocivos de la radiación, pero ninguno de ellos realmente los explica en términos sencillos o con ejemplos.
Ahora, gracias a unos estudiantes de secundaria, podemos darnos una idea general de cómo nos afecta.
Para que nuestras computadoras y dispositivos se conecten a Internet, el lugar debe tener un aparato que expanda esa onda, es lo que llamamos Wi-Fi. El Wi-Fi funciona como un cable invisible que conecta tu teléfono al módem que a su vez sirve como su puerto de conexión a Internet. Y hoy en día, hasta los más pequeños de casa saben cómo conectarse y usar estos dispositivos.
Son cosas de nuestro uso diario. Por lo tanto, estamos constantemente expuestos a las radiaciones que emiten, pero ¿cómo?
Cinco estudiantes de secundaria realizaron un experimento.
El problema: se dieron cuenta de que tenían dificultades para concentrarse en clase después de dormir con sus teléfonos móviles cerca de su cabeza la noche anterior. También tuvieron problemas para quedarse dormidos.
No, no es porque lo estuvieran usando toda la noche, pero sospechaban que podría tener que ver con la radiación emitida por el wifi y sus teléfonos. Por eso, para su tarea de biología, decidieron hacer un experimento simple que dio resultados increíblemente sustanciales.
Usaron semillas de berro para el experimento. En cuanto a por qué las semillas de berro, tenían razones científicas que no nos explicaron.
Prepararon 400 semillas de berro y las separaron en 12 recipientes diferentes. Seis de los contenedores se colocaron junto a un enrutador de Wi-Fi, y los otros seis se colocaron lo más lejos posible de él. Las demás variables controladas, como agua, temperatura, cantidad de luz solar, etc. fueron idénticas en todas las muestras.
Después de 12 días de monitorear de cerca sus cambios, los resultados dejaron a todos impactados.
Las semillas de berro al lado del enrutador murieron.
Mientras que las semillas de berro almacenadas lejos del enrutador se volvieron verdes y saludables.
Lea, una de las estudiantes, dice: “Es realmente aterrador comprobar lo dañino que puede llevar a ser”.
Aunque se deben realizar más estudios para verificar estos resultados, para el público en general, esto es suficiente para decir que realmente, exponer nuestros cuerpos a estas radiaciones pueden traernos efectos negativos.
Después del experimento Lea dijo: “Ya ninguno de nosotros duerme con el móvil junto a la cama. O el teléfono está lejos, o está en otra habitación. Y la computadora siempre está apagada “.
Un reconocido profesor en el Instituto Karolinska en Estocolmo, Olle Johansson expresó su apoyo al experimento de estas chicas y lo calificó de “brillante”. Además planea recrear el experimento en una verdadera instalación dedicada a investigaciones científicas con varios de sus colegas y, si logra obtener permiso, también con las estudiantes.
“Las chicas se mantuvieron dentro del alcance de sus conocimiento y desarrollaron un experimento muy elegante. La riqueza de los detalles y la precisión es ejemplar, la elección de berro fue muy inteligente, y podría continuar… Sinceramente espero que piensen el seguir como profesionales de la investigación porque creo que tienen un talento natural. Personalmente, me encantaría ver a estas personas en mi equipo “, agregó Johansson.
La próxima vez que uses tu teléfono en la cama, asegúrese de no tener demasiado sueño para luego ponerlo lejos. ¡Recuerda a las semillas de berro!
¿Será posible disminuir los efectos que estos aparatos electrónicos causan en nosotros a diario?
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