Parece que Hannah Donaghue es una de esas mujeres inmune a la píldora.
Después de todo, tuvo dos embarazos previos mientras la tomaba. Pero la cereza del pastel fue lo que ocurrió después de su primera cita con un chico.
Como era de esperar, una cosa llevó a la otra … y tres más, de hecho.
Hannah, de veintinueve años y viviendo en Reino Unido, definitivamente no planeaba quedar embarazada, y menos de trillizos. Afortunadamente, Ben Fagan, de 30 años, decidió ser responsable y quedarse para dar la bienvenida a las nuevas vidas que fueron formadas por los dos.
Ahora ella y Ben disfrutan ser una familia amorosa.
Hannah dijo: “Me quedé mirando la prueba de embarazo en la mano. Allí estaban, las inconfundibles pequeñas líneas azules. No lo podía creer. Estaba embarazada, otra vez. Por tercera vez”.
“La primera vez que quedé embarazada mientras tomaba la píldora anticonceptiva, asumí que era solo una de las mujeres que tuvieron mala suerte”.
“Tenía 18 años y vivía en un departamento de una habitación con mi novio, así que ciertamente no estaba planeado ser madre y no estaba lista para comenzar una familia”.
“Pero cuando nació mi hija Megan, que ahora tiene 10 años, amé la maternidad de inmediato. Había trabajado en una guardería, así que cuidarla era algo natural para mí, pero no pensaba tener otro bebé pronto”.
“Fui al médico y cambié mi píldora, luego me aseguré de tomarla religiosamente a la misma hora todos los días. Pero solo dos meses después, sentí una punzada familiar y me di cuenta de que mi período estaba retrasado… no podría haber sucedido de nuevo, ¿verdad?
“Cuando vi esas dos pequeñas líneas azules casi me desmayo. No tenía idea de cómo nos las arreglaríamos y temía tener que explicarle a la gente lo que había sucedido nuevamente cuando ahora estaba tomando otra píldora”.
“Afortunadamente, mi madre me apoyó increíblemente y pronto regresé a la sala de partos donde di a luz a otra niña, Charlie, que ahora tiene ocho años”.
Hannah cambió a usar implantes anticonceptivos, pero por problemas con él, unos 8 años después decidió regresar a la píldora.
Ella continuó: “Me había separado de mi novio en este momento y no estaba buscando conocer a nadie nuevo”.
“Pero luego me topé con Ben en una fiesta. Lo conocía años antes y había una química definida entre nosotros, y esa noche terminamos yendo a casa juntos”.
“Mi período llegó de manera normal, pero dos semanas después me desperté sintiendo algo mojado en la parte inferior de mi pijama. Miré hacia abajo y había sangre por todas partes”.
“Fui al hospital, donde los médicos me examinaron y dijeron que podía estar embarazada”.
“Conmocionada, llamé a Ben y él se apresuró al hospital, donde luego me llevaron a un escáner”.
“Me acosté en la mesa y el ecografista pasó el escáner sobre mi estómago. “Hay un latido”, dijo. “Y ahí está el segundo”.
“Pensé que la había escuchado mal. ¿Cómo podría haber dos bebés allí? “Y ahí está el tercero”, agregó. ¿Qué? ¿Me estaba diciendo que estaba embarazada de tres bebés?”.
“Pensé que debía haber estado bromeando. Todavía estaba en estado de shock cuando ella señaló los tres latidos del corazón parpadeando en la pantalla”.
“No podía creerlo, y Ben tampoco. Ni siquiera había esperado quedar embarazada de un bebé otra vez, y mucho menos tres”.
Sorprendentemente, los trillizos no eran idénticos, lo que significa que ella había producido tres huevos separados y los tres fueron fertilizados simultáneamente.
Hannah agregó: “Después de unos minutos, Ben bromeó:” Vamos a necesitar una limusina para todo esto”.
“Me emocioné cuando Ben dijo que me apoyaría y comenzamos a hacer planes. En el examen de diez semanas, los médicos sugirieron una reducción, pero los dos ni siquiera tuvimos que discutirlo. Tendríamos a los tres”.
“A las 16 semanas descubrimos que teníamos dos niñas y un niño. Mi bulto estaba creciendo mucho más rápido que antes y amigos y familiares no podían creerlo cuando les contaba lo que había sucedido”.
“Durante mi embarazo, Ben y yo comenzamos a salir de verdad. Aunque esperábamos tres hijos juntos, no queríamos apurar las cosas”.
A las 28 semanas, los movimientos de los trillizos comenzaron a reducirse, por lo que los médicos introdujeron esteroides para acelerar el desarrollo de sus pulmones en caso de que tuvieran que sacarlos de forma prematura. Pero Hannah logró aguantar hasta 32 semanas cuando las hermanas Ella Rose y Kasey y su hermano Lester fueron entregados por cesárea.
Ella dijo: “Eran tan pequeños pero eran realmente fuertes y se nos permitió llevarlos a casa después de 18 días. En este punto, Ben se había mudado y durante las primeras semanas, se sintió como si un torbellino hubiera golpeado la casa”.
“Los trillizos han más que duplicado a nuestra familia y estamos buscando mudarnos a una casa de cuatro habitaciones, ya que actualmente hay poco espacio para una familia de siete”.
“También cambié mi Mini por un automóvil de siete plazas, y realmente he dejado atrás la píldora”.
“Pero tenemos cinco pequeños milagros por los que agradecer, obviamente estaban destinados a ser”.
Quizás Hannah y Ben tendrían mejor suerte con la abstención, de lo contrario, podrían terminar necesitando esa limusina después de todo.