La reapertura de un zoológico en Zúrich, Suiza, que estuvo cerrado por la COVID-19, empezó con una horrible tragedia.

Una tigresa siberiana atacó y le quitó la vida el sábado a una experimentada empleada del recinto frente a un grupo de turistas. Los compañeros de la víctima, una mujer de 55 años de edad, se apresuraron a socorrerla, sin embargo, no pudieron salvar su vida.

“Trasladamos nuestro más sentido pésame a los familiares de la víctima”, manifestó el director del zoológico, Severin Dressen. Los ataques de animales en zoológicos y santuarios de animales son relativamente raros, sin embargo, este no es el primer incidente reportado en el zoológico de Zúrich, que cuenta con más de 2.000 ejemplares de 300 especies.

Los esfuerzos por resucitar a la cuidadora fueron en vano y la mujer falleció en el lugar, informó el zoológico en un comunicado. “Desgraciadamente, la ayuda llegó muy tarde”, declaró una vocera de la policía de Zúrich, Judith Hoedl. El director Severin Dressen explicó que la empleada llevaba tiempo trabajando con ellos.

La empresa dijo que está llevando a cabo una investigación por el “trágico incidente” para comprobar por qué la cuidadora se encontraba en la jaula al mismo tiempo que el felino. Según los medios locales, los tigres del zoológico son atendidos sin contacto directo con los empleados y en principio los cuidadores y los animales no deben estar jamás juntos en el mismo espacio.

Otros expertos apuntaron a la posibilidad de que el animal reaccionara así por un “ataque de ansiedad”, dado que los otros empleados pudieron “sacar al animal fácilmente de la zona”, indicó la prensa. “Irina, se trata de un animal joven que hasta ahora se había comportado de forma natural, como lo hace un tigre”, señaló por su parte el director de zoológico.

También informó que los visitantes que presenciaron el ataque recibieron asesoramiento médico y que el recinto permanecerá cerrado este domingo. La tigresa, llamada Irina, nació en un zoológico de Dinamarca en el año 2015 y fue llevada a Zúrich el año pasado. El animal llegó para reemplazar a otra tigresa que falleció por una pelea con el tigre de cuatro años que también se encuentra en este zoo, llamado Sayan.

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