Un niño británico de dos años llamado Dylan Askin presentaba fuertes problemas respiratorios.
Debido a esto sus padres lo llevaron al hospital, y fue sometido a distintos análisis.
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Los padres recibieron un duro diagnóstico que indicaba que padecía “histiocitosis pulmonar”, una enfermedad que le producía quistes cancerígenos en los pulmones.
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Los médicos le dijeron a los padres que Dylan no sobreviviría a semejante enfermedad, ya que el niño tenía el 80% de sus pulmones lleno de quistes.
Poco a poco, la salud del niño fue empeorando hasta que se quedó en coma. Dos años después sin ver mejoras, sus padres tomaron la dura decisión de desconectarle el respirador.
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Justo antes de llevar a cabo esa decisión Dylan se despertó, y de poco milagrosamente comenzó a mejorar, su salud se estabilizó y los médicos le dieron el alta para que vuelva a su hogar.
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“Creo firmemente que Dylan fue nuestro milagro de Pascua”, dijo su mamá, Kerry
“No soy una persona muy religiosa, pero en este caso supe que se trataba de un milagro. Cuando le conté lo que había pasado a mi hijo mayor, él afirmó: “Es como Jesús”, porque era lo que además estaba aprendiendo en la escuela en ese momento”