Lisa Pace mencionó que de adolescente odiaba su piel pálida y llena de pecas.
Hoy a sus 42 años odia las cicatrices que cubren su cuerpo. Ella ha decidido enfrentar su presente con valentía.
Todo sucedió porque Lisa era adicta a las camas de bronceado. Esto provocó que tuviera cáncer de piel. Ella se arrepiente de su pasado, a los 17 años deseaba cambiar su piel blanca a toda costa pero el precio le costó su salud.
Desde que era un adolescente le encantaban las camas de bronceado pero cuando entró a la universidad comenzó a convertirse en una obsesión. Estas fueron sus palabras:
“Comencé a broncearme todos los días, o uno sí y otro no, era adictivo”.
Lisa confesó que broncear su piel le daba más seguridad en sí misma, jamás imaginó lo que después le pasaría. Ella jugaba basket en la universidad y cuando veía sus fotografías con la piel pálida llena de pecas sentía mucha vergüenza. Comenzó a sentirse bien cuando la gente le decía que se veía espectacular con su bronceado.
Primera intervención médica
A Lisa le diagnosticaron cáncer cuando tenía solamente 23 años. Esto ocurrió mientras tenía su primer trabajo como entrenadora de basquet. Sucedió cuando la dermatóloga hizo un chequeo y encontró un par de manchas en su piel.
Después que le realizaron una biopsia recibió la noticia que tenía melanoma (el cáncer con más índice de mortalidad). De manera inmediata se sometió a una cirugía en la cual removieron los melanomas en la parte superior e inferior de su pierna derecha.
En un principio se asustó pero después de unos meses decidió regresar a las camas de bronceado.
Melanoma
La Sociedad Americana de Cáncer, señaló que el cáncer de piel es el que más se contrae en Estados Unidos. El melanoma es sumamente agresivo, con facilidad se expande a los órganos internos.
En Norteamérica este es el segundo tipo de cáncer más común entre mujeres de 15 a 29 años. Según varias teorías los melanomas se desarrollan por una exposición intensa a los rayos del sol.
Las camas de bronceado emiten rayos ultravioleta A y B, son mucho más dañinos que el sol de verano en mediodía. Se estima que utilizarlos incrementa el riesgo hasta en un 59% de desarrollar melanomas.
Cambio radical
Después de un año de su primera cirugía esta chica tuvo que someterse a otra operación para eliminar el cáncer que tenía en su cara. Ha confesado que no soporta ver su rostro con esta cicatriz.
Desde ese momento decidió ya no broncearse más la piel, pero desafortunadamente el daño ya estaba hecho. Cuando cumplió 30 años ya había vivido 50 cirugías.
Lisa constantemente encontraba este tipo de manchas que debían ser intervenidas por los médicos.
La doctora Arielle Kauvar, es quien lleva el caso de Lisa y al respecto mencionó:
“Lo más importante que hay que resaltar de su caso, es que esto se debió probablemente a las camas bronceado.”
Hasta ahora Lisa ha atravesado por 86 cirugías y posiblemente en el futuro tendrán que ser más. Ahora ha cambiado radicalmente su forma de pensar y cuida minuciosamente su salud. Siempre utiliza protector, sombreros y manga larga para no sufrir daños con los rayos del sol.
Ella se arrepiente duramente de su pasado:
“Prefiero mil veces ser pálida, blanca y estar cubierta de pecas que tener todas las cicatrices que tengo”.
Ella decidió compartir su experiencia para que las personas aprendan a quererse tal como son.
“Eres hermosa así como eres, sin necesidad de un bronceado”.
¿Qué piensas de este artículo? ¡Por favor deja tus comentarios debajo!
¡No te olvides darle like a la página para leer más notas como ésta!