Los astrónomos han descubierto una nueva red de ‘superautopistas’ que atraviesa el Sistema Solar y podría acelerar los viajes espaciales en el futuro.
Investigadores de la Universidad de California en San Diego (EEUU) observaron las órbitas de millones de cuerpos en nuestro Sistema Solar y calcularon cómo encajan e interactúan.
Las carreteras permiten que los objetos se muevan por el espacio mucho más rápido de lo que se creía posible, por ejemplo, viajar entre Júpiter y Neptuno en menos de una década.
Un día, la NASA u otras agencias espaciales podrían hacer uso de estas superautopistas para acelerar el tiempo de viaje desde la Tierra a partes distantes del Sistema Solar, pero el equipo aún no puede decir cómo funcionaría o cuánto más rápidos serían los viajes.
Para descubrir estas ‘autobahns celestes’, el equipo analizó las variedades espaciales, estructuras invisibles que consisten en una serie de arcos conectados, que se generan por interacciones gravitacionales en el Sistema Solar.
Para comprender cómo se interconectan estos arcos, el equipo tuvo que examinar las órbitas de millones de objetos, incluidos cometas, lunas y planetas.
En un artículo publicado en Science Advances, los investigadores observaron las estructuras entre los objetos que se extienden desde el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter hasta Urano y más allá.
Un sistema de superautopistas cósmicas facilitará los vuelos espaciales a máxima velocidad dentro del Sistema Solar en un futuro cercano, además de colaborar en el seguimiento de los objetos ubicados en cercanías de nuestro planeta y que puedan ser potencialmente peligrosos.
Los resultados deben estudiarse más a fondo, según los investigadores, para comprender cómo las naves espaciales pueden hacer un mejor uso de las nuevas superautopistas.
El equipo también quiere determinar cómo se comportan tales variedades en las cercanías de la Tierra, ya que hasta ahora se han centrado en las que están más allá del cinturón de asteroides después de Marte.
Al comprender su papel en el Sistema Solar interior, esperan comprender cómo controlan los encuentros de asteroides y meteoritos.
En el futuro, esto podría ayudar a los astrónomos e ingenieros a comprender el posible impacto futuro en la dinámica estelar de la creciente población de objetos artificiales hechos por el hombre en el sistema Tierra-Luna.
Las carreteras espaciales también podrían algún día ser utilizadas por agencias espaciales como la NASA y la ESA para llevar sus naves espaciales a los planetas exteriores más rápido.
La misión Génesis de la NASA en 2001, que recolectó una muestra de partículas de viento solar y las devolvió a la Tierra para su análisis, y sus próximas misiones y las de Artemisa a la luna fueron diseñadas utilizando múltiples dinámicas.
Mientras tanto, los llamados puntos de Lagrange, regiones de relativa estabilidad gravitacional, se han convertido en el puesto de avanzada de más de una docena de misiones espaciales.
“Pero, a diferencia de los carriles secundarios lentos, aunque eficientes en combustible, utilizados anteriormente, las rutas descritas en nuestro estudio son muy rápidas”, dijo el profesor Rosengren a MailOnline.
“Ciertamente, hay nuevas oportunidades, no solo para los viajes interplanetarios sino también para el sistema Tierra-Luna, que necesitan más tratamiento”.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Science Advances .