Todo comenzó cuando Lauren adoptó a una perra y la llamó Victoria.
Su mascota se adaptó muy bien a su nueva vida y se encariñó muchísimo con su dueña.
Un día, la perrita comenzó a olfatear el lado derecho de la nariz de Lauren, luego, al otro día lo volvió a hacer, y así constantemente.
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La mujer pensaba que solamente era una curiosa e inofensiva manía de su mascota, pero después de un tiempo comenzó a preocuparse.
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Debido al constante comportamiento de su perra, y sumándole que en su nariz tenia un pequeño punto rojo, decidió ir al médico.
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Cuando el profesional le dio el diagnostico, casi se desmaya… le habían detectado un cáncer precoz de piel en esa zona.
“La cirugía ha cambiado mi cara, pero si mi perrita no hubiera insistido habría ignorado el hecho”, indicó la mujer.
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“Los perros tienen un fino sentido del olfato, pero nunca pensé que saldría beneficiada por ello”.
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“Estoy muy agradecida a Victoria. Ella y yo siempre hemos tenido una relación muy cercana y notaba cuando estoy enfadada o estresada. Es particularmente gratificante que la haya adoptado de una perrera, ya que dedico gran parte de mi vida a salvar perros abandonados. Parece que Victoria y sus habilidades son la forma que tienen los perros de corresponderme” explicó Lauren.
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