Algunas veces la vida da giros inesperados
Una mujer australiana llamada Noela Rukundo, estaba casada con Balenga Kalala, su matrimonio parecía feliz pero un día fue secuestrada por un grupo de hombres que él había contratado y tenían la orden de matarla. Pero a pesar de los deseos de Balenga, las cosas cambiaron de curso y él término cumpliendo una condena de 9 años de prisión y ella viendo como era detenido en el cementerio donde la iban a enterrar.
NOELA RUKUNDO
Noela un día que estaban en un hotel en Urundi comenzó a sentirse acalorada y encerrada, Balenga le propuso que saliera a caminar para refrescarse y tomar aire. Pero esta no era una buena idea pues él tenía otros planes.
De pronto le dijeron en la vereda “Si gritas, te mato”, tenía poco tiempo de haber salido del hotel. Se giró y vio a un hombre apuntándole con una pistola directo en la frente. Después le dijo:
“A mí me atraparán, ¿pero tú? Tú estarás muerta.”
Después de esto, otros hombres aparecieron y la metieron en un auto, se la llevaron lejos del hotel. Fueron 30 minutos de camino hasta llevarla a un edificio donde había más hombres.
Ellos le preguntaron:
“¿Qué has hecho para que tu esposo quiera matarte?”
Ella les dijo que estaban equivocados que eso era una locura y que intentaban engañarla pero de momento en el altavoz del teléfono de uno de los secuestradores escuchó la voz de su esposo diciéndoles:
“Mátala, mátala ya”
ABC NEWS
Ella se quedó tan impactada que se desmayó.
“Se enojaba con facilidad, pero nunca pensé que hubiese pagado para asesinarme”.
Después de despertar, los hombres le dijeron que no pensaban matarla. Ella quedó muy sorprendida, pero era cierto. El objetivo de los secuestradores era cobrar por sus servicios pero hacer pasar por muerta a Noela. Y así lo hicieron.
Washington Post
Todo estuvo preparado a la perfección, colocaron otro cadáver en el ataúd y en el momento en que iba a ser enterrado, Noela permanecía a distancia observando todo. Cuando el entierro concluyó ella esperaba en su auto. En un momento de distracción él la alcanzó a ver y se dirigió a ella, la tomó con sus manos y le dijo:
“¡Eres tú realmente! ¡No puede ser!”
Noela respondió:
“Sorpresa. Aún estoy viva”
“Dios mío, amor. Perdóname por todo lo que ha pasado”, dijo Balenga.
NOELA RUKUNDO
A pesar de su arrepentimiento, Noela actuó como debía hacerlo, ella iba preparada e hizo que la policía lo aprendiera. Balenga fue condenado a cumplir una condena de 9 años de prisión por intento de homicidio.
Es impresionante hasta dónde puede llegar la maldad humana.
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