Este niño tuvo mucha suerte, el tornillo estuvo a un milímetro de llegar a su cerebro y producir una hemorragia que acabaría con su vida.
El sábado pasado, un niño estadounidense de 13 años llamado Darius Foreman, logró sobrevivir a un accidente doméstico que casi termina en una tragedia. Un tornillo de 15 centímetros llegó a incrustarse en su cráneo, pero afortunadamente éste no logró impactar en su tejido cerebral, evitando provocar una hemorragia fatal.
Este hecho tuvo lugar en el estado de Maryland (EE. UU.), cuando Darius se encontraba construyendo una casita del árbol y por un pequeño error de cálculo cayó sobre un enorme tablón de madera, con un tornillo de construcción clavado en un extremo, el cual impactó en el cráneo del joven.
El niño fue transportado al hospital Johns Hopkins de Baltimore en helicóptero y operado de urgencia.
“Estuvo a un milímetro de sufrir una hemorragia mortal”, explicó el doctor Alan Cohen, jefe del departamento de cirugía.
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