Un aneurisma cerebral es un ensanchamiento anormal en la pared de una arteria del cerebro.
A veces son tan pequeños como una frambuesa. La mayoría de los aneurismas cerebrales no muestra síntomas hasta que se hacen grandes, filtran sangre o se rompen, causando así una hemorragia en el cerebro.
Algunas investigaciones indican que aproximadamente el 5% de la población puede padecer de aneurisma, sin saber que lo tiene.
Lo ideal sería poder detectar el aneurisma antes de que se rompa. Sin embargo, existen diversos síntomas que se pueden presentar antes, durante la filtración de la sangre y al ocurrir la rotura.
Síntomas de un aneurisma sin rotura
Como mencionamos anteriormente, es muy frecuente que un aneurisma no presente síntomas. Sin embargo, cuando éste ha crecido tanto que comienza a presionar los tejidos y nervios del cerebro, se pueden identificar algunos síntomas.
Entre ellos se encuentran:
-Dolor arriba y detrás de uno de los ojos;
-Dilatación de la pupila de uno de los ojos;
-Entumecimiento o parálisis de uno de los lados del rostro;
-Párpado de uno de los lados del rostro caído.
Síntomas del aneurisma con filtración
Antes de la rotura, un aneurisma puede comenzar a presentar pequeñas filtraciones de sangre hacia el cerebro. Este es el momento que generalmente antecede a la rotura. Por ello es de suma importancia tomarlo en cuenta. Sin embargo, su síntoma es muy puntual y generalmente se pasa por alto. Después de una filtración o sangrado centinela, aparecerá un dolor muy específico e intenso.
Síntomas del aneurisma con rotura
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Al romperse el aneurisma el dolor de cabeza es muy intenso. Además de éste, que es el que siempre se presentará, pueden surgir otros síntomas como:
-Náuseas y vómitos;
-Rigidez en el cuello;
-Visión borrosa;
-Sensibilidad a la luz;
-Convulsiones;
-Párpado de uno de los lados del rostro caído;
-Pérdida del conocimiento o confusión.
Factores de riesgo
Aunque la detección de una aneurisma antes de que esté en estado de filtración o al llegar a la ruptura mediante la sintomatología es bastante difícil, existen ciertos factores de riesgo. Por ello, es importante conocerlos, para hacerse los chequeos rutinarios y detectar este padecimiento a tiempo.
Los factores de riesgo pueden ser de dos tipos. Aquellos que nuestro estilo de vida y padecimientos nos pueden causar. Y aquellos que adquirimos desde nuestro nacimiento.
Entre los del primer grupo se encuentran la hipertensión, la arterioesclerosis, el bajo nivel de estrógeno en sangre y fuertes lesiones en la cabeza.
Aunque generalmente el aneurisma se desarrolla en adultos, existen factores que nos hacen susceptibles desde nuestro nacimiento. Entre ellos se encuentran los trastornos del tejido conjuntivo hereditarios, la enfermedad renal poliquística, la aorta anormalmente estrecha, la malformación arteriovenosa cerebral y la existencia de antecedentes familiares de aneurisma cerebral.
Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.