Muy probablemente algunas de estas fobias te parezcan familiares, o conozcas a alguien que las sufra.
No lograr ir al baño en un lugar donde no sea tu casa es algo muy molesto, y las razones pueden ser debido a diferentes situaciones que has experimentado en el colegio.
El problema parte de la retención, el organismo debe soportar la carga y eso puede provocar daños físicos. Además puede desencadenar problemas como bajo rendimiento escolar, dejar la universidad, faltar al trabajo, evitar el contacto con la gente y rechazar salidas sociales.
Getty images
Estas fobias están relacionadas directamente con la vergüenza social y en los lugares que más suelen darse son los baños públicos.
“Nadie debería sentirse avergonzado de este problema, es común y puede ser superado. Este miedo es un tipo de fobia que casi siempre está relacionado con la vergüenza social y que rara vez ocurre en situaciones donde otras personas no están presentes”, explicó la licenciada en Psicología Marina Rovner.
Y agregó, “la incapacidad de orinar y defecar en presencia de otras personas o en lugares públicos se llama paruresis, o síndrome de vejiga tímida y parcopresis, o síndrome del intestino tímido, respectivamente”.
Getty images
Los primeros indicios de esta fobia pueden presentarse durante la infancia en la escuela, cuando los niños tienen miedo de utilizar los baños de los colegios, y si esto continua durante la vida adulta puede considerarse un trastorno de ansiedad de connotaciones sociales, también llamada fobia social, en la que las personas se intimidades y juzgadas por las otras personas debido a la frecuencia de ir al baño, ruidos u olores, generando un elevado nivel de ansiedad.
Si presentas estos síntomas, Rovner recomienda comenzar un tratamiento psicológico. También dio algunos consejos para reducir estas fobias como, no determinar una hora específica para ir al baño, hablar sin vergüenza de temas como las molestias estomacales, llevar siempre papel higiénico encima y el celular para distraernos.