Podemos decir que la creatividad del ser humano no tiene límites.
Una mujer “sacó a pasear” a su esposo como si fuera perro para salir y evitar el toque de queda.
El incidente ocurrió en Quebec, Canadá, cuando una mujer fue sorprendida paseando a su esposo con una correa a las 9 pm, una hora después de que se impuso el toque de queda por coronavirus.
En este extraño incidente, la pareja fue multada con $ 1500 dólares canadienses cada uno después de que se encontró a la mujer ‘paseando’ al hombre con una correa.
El toque de queda de las 8 pm fue impuesto por el primer ministro de Quebec, Francois Legault, para contener los crecientes casos de COVID-19. El 9 de enero, una mujer y su esposo fueron encontrados rompiendo el toque de queda.
Cuando la policía le preguntó por qué estaba rompiendo el toque de queda, dijo que estaba dentro de las reglas del toque de queda para caminar fuera de su casa hasta 1 km para pasear a su perro fuera del horario de toque de queda.
Cuando la policía señaló que su marido no era un perro, la mujer protestó.
Tanto el esposo como la esposa fueron multados con $ 1500 cada uno, a pesar de que, según informes, la mujer se negó a pagar la multa.
Quebec está luchando con más de 2.500 casos de COVID-19 al día, un aumento que amenaza con aumentar las hospitalizaciones más allá de su pico de primavera en las próximas semanas.
La provincia impuso un toque de queda a partir del sábado y extendió un bloqueo existente hasta el 8 de febrero para frenar la propagación del coronavirus, mientras trabajaba para acelerar una campaña de vacunación para contrarrestar los crecientes casos de COVID-19.
El nuevo toque de queda se extiende desde las 8 pm hasta las 5 am, incluso cuando los negocios no esenciales permanecen cerrados y las reuniones en el hogar están prohibidas como parte de un “tratamiento de choque” para salvar vidas y la red de salud de la provincia, dijo el primer ministro Legault el miércoles pasado. Las escuelas permanecerán abiertas, dijo.
Las nuevas restricciones se producen cuando Canadá enfrenta una segunda ola generalizada del virus y las preocupaciones sobre el ritmo de los esfuerzos de vacunación para proteger a los ciudadanos de la enfermedad y combatir su propagación. El primer ministro Justin Trudeau prometió el martes pasado que Ottawa ayudaría a acelerar el ritmo de las vacunas.