La rectitis o también llamada proctitis, es una inflamación ligeramente grave de la mucosa del recto que forma parte del sistema digestivo inferior y que une a la última parte del colon con el ano.
La rectitis puede llegar a ser muy dolorosa, es por eso que es importante tratarla a tiempo.
Síntomas:
Su principal manifestación son ganas constantes de ir al baño; sangrado rectal; dolor en el recto, en el ano o en el costado derecho del abdomen; y diarreas líquidas o deposiciones semisólidas.
Causas:
Dentro de las más comunes tenemos:
-Enfermedades de transmisión sexual (gonorrea, herpes, sífilis, verrugas anales y clamidia).
-Enfermedades autoinmunes del intestino.
-Infecciones anales que aparecen después de consumir determinados antibióticos.
-Otras infecciones causadas por bacterias como la Shigella y la Salmonela.
-Traumatismos anales.
Complicaciones:
Ante cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, debes acudir con suma urgencia a tu médico de cabecera. De no hacerlo a tiempo, corres el riesgo de enfrentar complicaciones como anemia, úlceras en la parte interna del recto o fístulas.
Tratamiento:
Este se da en tres fases, primero se reduce la inflamación, se controla el dolor y se trata la infección que dio origen a la rectitis.
Tu médico será quien te explique detalladamente el plan de tratamiento a seguir.
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Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.