Los temas de poder y justicia siempre se han tratado con “delicadeza”, y hay cosas turbias que siempre terminan perjudicando a los demás con tal de seguir apostando por los beneficios propios.
En lo últimos años se han revelado casos que ponen en cuestionamiento la credibilidad del sistema judicial. Hollam era solo un estudiante universitario cuando empezó su gran pesadilla.
Ha salido a la luz pública el caso de Chester Hollam III, un hombre que pasó 30 años en prisión luego de ser sentenciado por atentar contra la vida de alguien. Hollamn tenía 21 años de edad cuando lo detuvieron, no tenía condenas previas, su antecedente estaba limpio y trabajaba como conductor de vehículos blindados.
Sin suficientes pruebas fue condenado de forma injusta. Pero, pasó los últimos 30 años de su vida encerrado pagando un crimen que no cometió, todo porque conducía una camioneta blanca similar al vehículo del verdadero criminal.
Hollam fue acusado de atentar contra un estudiante luego de un intento fallido de robo, si bien mantuvo su inocencia durante la sentencia, no fue sino casi tres décadas más tarde que salieron a la luz detalles que permitieron declararlo como un hombre inocente. Ahora debe intentar empezar de cero y dejar a un lado su horrible experiencia.
Los métodos que la policía usó para entonces fueron revelados hace poco, un juez dictaminó que la policía y los fiscales del caso habían creado una condena por medio de declaraciones diseñadas por testigos que no estaban involucrados en el caso. La fiscalía y los entes competentes de hacer cumplir la ley en 1991 retuvieron evidencia clave para poder encontrar al verdadero culpable.
Este no es el primer caso de negligencia judicial en Filadelfia. El 30 de diciembre se reveló la inocencia de Hollman, ahora con 50 años de edad, en vista del grave error legal cometido, recibirá $ 9 millones como compensación.
Hollam recibió $ 50.000 menos que el acuerdo de condena por la condena de negligencia más grande otorgado en Filadelfia. Con este caso, muchos han expresado su descontento contra el sistema judicial.
La abogada de Hollam, Amelia Green, comentó al respecto: “Había pruebas irrefutables de que Chester era inocente, es inocente y siempre ha sido inocente y jamás habría sido condenado injustamente, aparte de una extraordinaria mala conducta policial. Está haciendo lo mejor que puede para seguir adelante. Es una persona muy fuerte”.
Si bien este acuerdo financiero no podrá devolverle todos los años que pasó encerrado injustamente, al menos tendrá los recursos para empezar una vida nueva.