Mariam es una madre de 39 años de edad, de Uganda, y ya ha dado a luz a 44 niños.
Ha perdido a 6 de ellos, pero todavía se encarga de 38 chicos.
Mientras que la madre está orgullosa de sus hijos y su gran familia, su vida nunca fue fácil. Cuando Mariam tenía sólo 13 años de edad, sus padres la vendieron a un hombre 27 años mayor que ella.
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Los padres afirmaron que todo era parte de un matrimonio arreglado, pero Mariam nunca supo lo que estaba pasando hasta que se encontró atrapada en la casa de su “esposo”.
Un año más tarde, a la edad de 14 años, dio a luz a gemelos, sus primeros bebés. En el próximo año, dio a luz a trillizos seguido de nacimiento de cuatrillizos. A la edad de 39 años, Mariam ya había dado a luz a 44 bebés en total, incluidos 6 gemelos, 4 trillizos, 3 cuatrillizos y solo 2 individuales. 6 niños murieron.
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Hablando de su adolescencia, Mariam dijo:
“Mi esposo tuvo muchos hijos de sus relaciones pasadas y tuve que cuidarlos porque sus madres estaban dispersas por todas partes”.
“También era violento y me golpeaba en cualquier oportunidad que tuviera, sobre todo cuando sugería algo que no le gustaba”.
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La madre también explicó que está agradecida con Dios por proveerla de tantos niños. Lo único que le incomoda es quien es el padre.
Al parecer, el hombre a menudo la deja a ella y a sus hijos durante meses o años y aparecía de vez en cuando. Con el tiempo, los abandonó por completo y Mariam se quedó sola, al cuidado de 38 niños.
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A pesar de su lucha, Mariam nunca se ha quejado. Ella ha dedicado su vida al cuidado de sus hijos y darles todo lo que necesitan para crecer sanos.
La madre trabajadora también se aseguró de que todos sus hijos reciban una educación adecuada. “Tengo la esperanza de que mis hijos irán a la escuela porque todos tienen grandes ambiciones de ser médicos, maestros y abogados. Quiero que logren sus sueños, algo que yo no fui capaz de hacer”, dijo Mariam, añadiendo que uno de sus gemelos primogénitos se convirtió en un constructor calificado, mientras que otro se convirtió en enfermero.
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Para mantener a su gran familia, Mariam acepta cualquier trabajo en la zona. Ella hornea pasteles, recolecta y vende hierbas, organiza eventos, coloca ladrillos… entre otros trabajos.
“Sé que estos niños son un regalo de Dios que tengo que atesorar, así que hago todo lo posible por defenderlos”, dijo.
Bendición o no, las autoridades dijeron que ya era suficiente y le han prohibido a la madre el tener más niños. También tuvo que someterse a un procedimiento médico en el que, según la madre, los médicos “me cortaron el útero desde adentro”.
Según el Dr. Charles Kiggundu de Kampala, Uganda, la alta fertilidad de Mariam es probablemente hereditaria.
“Su caso es la predisposición genética a hiper-ovular, liberando múltiples óvulos en un ciclo, lo que aumenta significativamente la posibilidad de tener embarazos múltiples”.
¿Serías capaz de mantener a tantos chicos? ¡Comparte la increíble historia de Miriam!