Un preso español se cortó el pene en Nochebuena después de que su esposa no fuera a verlo para una visita conyugal.
Los médicos salvaron la vida del preso anónimo en el centro médico de una prisión en Puerto de Santa María, cerca de Cádiz, España.
Aún no está claro si el personal pudo volver a colocarle el pene. Los informes locales afirman que el hombre tiene problemas de salud mental.
TAMPM Puertos, una asociación que representa a los trabajadores penitenciarios, confirmó el caso diciendo: “Un recluso se amputó el pene porque su esposa no quería ir a la cárcel a verlo”.
Una visita conyugal es un período programado en el que se permite a un recluso pasar varias horas o días en privado con un visitante, generalmente su cónyuge legal, para participar en actividades sexuales si lo desea.
Esto se produce después de que otro preso en España tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital después de que se cortara las orejas y se las comiera en septiembre.
El hombre se desmayó después de comerse las partes del cuerpo y fue dominado por guardias de la prisión en una cárcel cercana a Badajoz. Los guardias no pudieron encontrar sus orejas y se dieron cuenta de que las había comido o las había tirado por el inodoro, según los informes.
El hombre padecía un trastorno psiquiátrico y fue atendido en el Hospital Universitario de Badajoz. Los sindicatos de guardias de prisiones dicen que episodios como estos muestran el peligro de mantener a las personas en prisión cuando deberían estar en unidades psiquiátricas.
Una fuente sindical dijo entonces a El Periódico de Extremadura: “En España hay sólo un par de centros de este tipo y son claramente insuficientes”.