Un joven brasileño quedó privado de su libertad y declarado responsable de un delito, solo por su color de piel.
Lucas Moreira de Souza fue detenido por infracciones que no cometió. Salió de la prisión el jueves 22 de octubre, después de ser absuelto por el tribunal. La Policía Civil del Distrito Federal de Brasil informó el viernes 23 sobre las inconsistencias en la investigación que llevaron a la detención del sujeto.
Las autoridades arrestaron a Lucas en diciembre de 2017 por cinco robos y un intento de robo en Ceilândia y Recanto das Emas. En la nota difundida en aquel entonces sobre el caso, la corporación informó que cumplió con todos los trámites legales para efectuar la detención en flagrante delito del acusado, tanto que fue recibida y ratificada por el Poder Judicial.
“Durante la investigación, agentes de la policía civil del 15º DP investigaron la región de Ceilândia y localizaron al sospechoso en una vía pública. Fue llevado a la unidad policial donde fue reconocido por varias víctimas de los delitos antes mencionados”, dijo la Policía Civil.
Desde su injusta acusación, Lucas trató de demostrar su inocencia. El día de su detención, unos malhechores robaron un automóvil y cometieron delitos en Ceilandia. Luego se dirigieron a la zona Recanto das Emas, donde continuaron sus fechorías.
El joven cuenta que esa mañana se levantó, tomó café y salió a la calle, donde solía volar una cometa. En aquel momento, fue abordado por la policía civil y designado como uno de los sospechosos de los sucesos. Desde entonces, no abandonó el sistema penitenciario de la capital federal. Debido a los casos, Lucas fue condenado a 70 años en privación de la libertad.
Pero, hace dos años, un policía civil que había intervenido en la investigación y creía en la inocencia del joven acudió a la Defensoría Pública del Distrito Federal; proporcionando las pruebas suficientes que demostraban que el joven no era responsable y que el vehículo involucrado en los hechos siguió siendo utilizado para delinquir luego de la detención de Lucas.
El pasado 19 de octubre, el Juzgado del Distrito Federal anuló la condena contra el joven. Dos días después llegó la orden que le permitió salir del Complejo Penitenciario de Papuda. Salió de prisión en la madrugada del jueves y tuvo que caminar durante tres horas para llegar a Rodoviária do Plano Piloto.
Tras el reencuentro con su familia, Lucas tiene la intención de recuperar el tiempo que estuvo lejos de su hijo, ahora de cinco años. Además, acudirá a los tribunales para obtener una compensación del gobierno. “Porque eres negro y vives en la periferia, ya eres sospechoso”, dijo el joven.
La Policía Civil no ha hecho más que disculparse por lo ocurrido y reafirmar su compromiso con la justicia; pero nada de eso devolverá el tiempo mal gastado a Lucas.
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