La foto de este perro pone los pelos de punta a cualquiera y a la vez nos da una idea de la lealtad que tiene hacia su amado dueño.
En un intento por minimizar la distancia con su difunto amo, el can hizo un agujero al lado de la tumba y sin importarle el frío, la sed, el hambre ni el tiempo esperó para volver a ver a su dueño.
Tal vez, sea el perro más fiel que jamás hayamos visto y nunca llegaremos a estar a su altura. Sin duda, es el mejor amigo del hombre.
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