Callie Colwick, de 30 años, quien es de McKinney, Texas (EE.
UU), sufrió una condición rara llamada placenta acreta mientras estaba embarazada de su hijo Quinn.
La placenta accreta es una complicación grave que ocurre cuando la placenta se desprende de la pared uterina después del parto y causa una pérdida severa de sangre.
Mientras luchaba por su vida, Callie perdió trágicamente a su hija recién nacida Quinn.
“Diez dedos, diez dedos de los pies. Perfectamente formados y lo perdimos para siempre. La pequeña Quinn estuvo aquí demasiado pronto. Seguro que extraño a mi pequeña hija”. Escribió en un homenaje en su Instagram.
“El pie más pequeño puede dejar algunas de las huellas más grandes en tu corazón”.
Pero su hija no fue lo único que Callie perdió. Los doctores no tuvieron más remedio que amputar ambas piernas de Callie, su pulgar izquierdo y su índice. Su útero también fue extirpado.
“Mis piernas estaban negras y arrugadas, mis dedos parecían pasas. Mis extremidades comenzaron a morir “.
Al marido de Callie le dijeron que se preparara para lo peor.
Callie comió sus comidas a través de un tubo y necesitaba injertos de piel por pasar tanto tiempo en una cama de hospital.
Después de dos largos años en diferentes hospitales e instalaciones de rehabilitación, a Callie finalmente se le permitió regresar a casa con su esposo y su hija Kenzi, en marzo de 2018.
Lamentablemente, Callie fue rechazada por su seguro de salud. La silla de ruedas en la que la enviaron a casa era una silla básica de Amazon. Su esposo Kevin tuvo que curar sus heridas diariamente.
En abril de 2019, Callie recibió algunas noticias por las que había estado orando. Finalmente fue aprobada para prótesis. Desafortunadamente, cuando solicitó una silla, nuevamente se la negaron.
“Es una locura. No tengo pies y no puedo ponerme mis prótesis sola ”, dijo en Instagram.
En diciembre de 2019, Callie recibió un mensaje que cambió su vida. Un extraño se ofreció a ayudar a recaudar fondos para comprarle la silla especial que necesitaba. Amy Bernhard fue el ángel que organizó una campaña de GoFundMe para ayudarla.
“Esta mujer ha enfrentado más adversidades en 2 años que la mayoría de las experiencias en mi vida”, escribió Amy en la campaña GoFundMe. “A pesar de todo esto, su fe y su actitud positiva siguen siendo inquebrantables. Sé que si todos nos unimos y hacemos un poco, podemos bendecir a esta mujer y su familia con su propia silla de ruedas personalizada. ¡Sé que Dios abrirá puertas para que esto sea posible!”
En solo un día, Amy ayudó a recaudar la asombrosa cantidad de $ 20,980 dólares para la silla de Callie y el dinero extra fue destinado a instalar rampas en su casa.
Las dos mujeres se conocieron en persona por primera vez el 24 de enero de este año cuando Amy voló a Dallas para trabajar. Se unieron durante una cena de sushi donde Callie le dijo a Amy cuán grande fue la diferencia que la silla rosada había hecho en su vida. Callie dijo: ” Sentí que había conocido a Amy toda mi vida “.
Callie acredita su fe en Dios como lo que la ayudó a superar este momento. Su perspectiva de la vida es positiva y su corazón está agradecido. En su blog , Callie se describe a sí misma como una “amante de Jesús, diseñadora gráfica, sobreviviente de sepsis, amputada, esposa y madre de una en la tierra, una en el cielo”.
“Tenía 27 años cuando esto sucedió; nadie espera que muera una madre de 27 años”, agregó. “Realmente siento que estoy viviendo con tiempo prestado ahora”.
Qué ejemplo tan increíble es ella para todos nosotros cuando encontramos dificultades inesperadas en la vida, no dejes de COMPARTIR esta historia