Una mujer de Inglaterra advierte sobre los riesgos de usar tampones durante el período menstrual luego de que casi muere por un shock tóxico y sepsis, tras olvidar uno en su cuerpo.
Amy Williams, de 25 años, fue hospitalizada de emergencia en Essex tras contraer el síndrome de shock tóxico. La joven madre se dejó un tampón por más de 4 días sin darse cuenta. “Había oído hablar del síndrome de shock tóxico, pero no pensé que me pasaría a mí”, dijo Amy, destacando que no volverá a usar un tampón.
Ella recuerda que salió por la noche con su novio, Samuel Mullen, y fue al baño para cambiarse el tampón, pero no encontró el hilo ni sintió que llevara uno puesto, así que puso otro. “Estaba borracha en ese momento y no podía recordar si ya tenía uno. Además, no pude localizarlo”, relató la chica.
Días después, Amy se dio cuenta de un horrible e inusual olor que provenía de su zona vaginal. Tras explorar un poco, ella pudo sentir el tampón. La joven, que había usado tampones por 10 años, tardó media hora en retirar el tampón y notó que estaba negro. “Cuando salió, sentí una oleada abrumadora, como si me fuera a desmayar”, explicó.
Aunque logró retirarse el tampón, Amy empezó a sentir calambres dolorosos, pero no fue al médico. La joven siguió con sus actividades y dos días después, mientras estaba trabajando, empezó a sentir náuseas.
No pasó mucho tiempo antes de que sus colegas notaron que algo no estaba bien con ella y la llevaron a la sala de urgencias del Hospital Universitario de Basildon, para entonces ya tenía una temperatura de 40 grados y vómito.
“Me llevaron a una sala y me conectaron un goteo de antibióticos mientras me hacían análisis de sangre”, dijo Amy, recordando que notó la preocupación del personal médico cuando les dijo que había dejado un tampón por varios días.
Los órganos de Amy habían empezado a fallar por un shock séptico. Le diagnosticaron síndrome de shock tóxico causado por el tampón. Amy perdió el conocimiento por cuatro días, luego de escuchar a los médicos diciendo que pudo morir de no ir a emergencias.
La salud de la chica empezó a mejorar luego de una semana y fue dada de alta para volver a casa con su novio y su hijo, entonces de 2 años. Los doctores continuaron pendientes de su salud para que continuara con antibióticos. Desde entonces, sus periodos menstruales han sido irregulares y abundantes, incluso le advirtieron que podría tener problemas para volver a embarazarse.
Por suerte, Amy está en la espera de su segundo hijo y ahora advierte a otras mujeres que tengan cuidado al utilizar un tampón, pues eso casi le cuesta la vida.
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