Ningún padre desearía que sus hijos se pongan enfermos, ya sea por una simple gripe o por algo todavía peor como un hueso roto o una infección.

Sin embargo, hay casos todavía mucho más graves en los que no les gustaría ni de lejos que sus pequeños fuesen los afectados.

Cuando Mandy Suzanne Smith recogió a su niño Zachary del colegio, ella comprendió de inmediato que algo no estaba bien. En un primer instante, Zachary se quejaba de una erupción cutánea en el pie y picor en los ojos. Al día siguiente el picor se había extendido por todo su cuerpo.

Al niño le dio fiebre. Mandy no estaba segura de lo que estaba ocurriendo, sin embargo, sabía que Zachary empeoraba por momentos. Por eso lo llevó urgentemente al hospital. Al comienzo, los doctores no estaban seguros de lo que estaba pasando. Creían que tenía algún tipo de infección viral que le estaba causando la erupción y la fiebre, sin embargo, los medicamentos que le daban no funcionaban.

Con el tiempo se dieron cuenta de que pasaba algo más grave. Los médicos descubrieron que Zachary tenía el síndrome de Stevens-Johnson (SJS).

Según la Clínica Mayo, el síndrome de Stevens-Johnson es una enfermedad extraña, concretamente un trastorno grave de la piel y las membranas mucosas. Suele ser una reacción a un medicamento o una infección. A menudo, el síndrome de Stevens-Johnson empieza con síntomas similares a la gripe, seguidos de una erupción dolorosa de color rojo o púrpura que se extiende y se convierte en ampollas. Encontrar el tratamiento adecuado para Zachary era muy urgente.

Los doctores lo pusieron en coma inducido para poder eliminar la capa superior de su piel, ya que estaba demasiado infectada. Luego, le envolvieron en un material llamado Biobrane, que es un sustituto biosintético de la piel. Éste se adhiere a la dermis permitiendo que la piel se recupere sin mucho dolor. Los doctores no estaban seguros de si sobreviviría. Su madre lo único que hacía era rezar por su pequeño.

Por fortuna, el joven Zachary es un gran luchador. Sobrevivió a la cirugía y luchó por recuperarse completamente. Hoy en día es un niño completamente feliz que vive una vida normal junto a su amada familia.

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