Un supuesto pastor, le prometió la salvación eterna a todas las mujeres que se dejaran lamer el trasero.
Ta y como era de esperar, el único que podía purificarlas con su “santificada lengua” era él.
El hecho ocurrió en Angola, donde este domingo se celebró una ceremonia masiva de bautismo anal a orillas del mar.
Si su invento funciona, no van a haber en todo el mundo seminarios suficientes para tantas vocaciones.
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