Las imágenes de decenas de bebés en una pequeña sala en Kiev, la capital de Ucrania, causa conmoción en todo el país.
No están en un orfanato ni en la sala de recién nacidos de un hospital, sino en el cuarto de un hotel. Dados a luz por madres que gestan a las criaturas para terceros en el Centro de Reproducción Humana BioTexCom de la capital ucraniana, todos estos bebés tienen a sus padres en otros países o continentes.
Pero las estrictas medidas de confinamiento impuestas en gran parte del mundo han dejado a muchos infantes en Ucrania sin el cuidado parental que tendrían si la crisis sanitaria jamás hubiera pasado.point 441 |
“Llegamos a esta situación porque nuestras fronteras están cerradas y el ministro de Relaciones Exteriores decidió no permitirle la entrada a extranjeros a Ucrania, ni siquiera a los que tienen un bebé nacido aquí”, comenta Denis Herman, abogado del centro clínico.point 247 | 1
El hotel Venice de la capital ucraniana, es donde se encuentran varados, sin padres biológicos, 36 recién nacidos de un total de 100 repartidos en distintas partes de Ucrania.
“Es muy raro ver a un montón de bebés amontonados en alguna parte de un hotel y no en una clínica. Muchos se preguntan, ¿dónde están los padres de estas criaturas?. Mucha gente ve las fotos y dice sorprendida: “Parece una fábrica de bebés””, comentó un reportero. El negocio de los vientres de alquiler es muy grande en Ucrania y, a diferencia de otros países, es legal.
Miles de parejas extranjeras han escogido este rincón de Europa como lugar predilecto para gestar a sus bebés desde el año 2015, luego de que varias naciones asiáticas empezaran a cerrar sus centros de gestación debido a denuncias de explotación.
Dicha práctica ha sido prohibida en Tailandia, India y Nepal. Muchas parejas que planean tener hijos mediante este método se han volcado en Ucrania, uno de los pocos países donde la subrogación todavía es posible por un precio mucho menor de lo que cuesta en EE.UU.
Alquilar un vientre en Ucrania tiene un precio promedio de entre $30.000 y $45.000, mientras que en EE.UU. puede superar los $100.000. En el Venice hay bebés italianos, españoles, chinos, británicos y de muchas otras nacionalidades. El hotel forma parte de la clínica y representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos visitaron sus instalaciones y confirmaron que las condiciones sanitarias y de cuidado eran adecuadas.
Sin embargo, los sanitarios que trabajan día tras día atendiendo a los bebés confiesan que la situación les entristece. “Nos damos cuenta que nadie puede remplazar a sus padres”, dice Olga Kuts, una enfermera. En el hotel también hay 14 bebés que contaron con más suerte, pues sus padres llegaron a Ucrania antes de que el gobierno cerrara las fronteras y ahora se encuentran en familia alojados en dicho hotel.
Varias parejas han logrado esquivar las restricciones de la cuarentena, sin embargo, esta ha sido una tarea larga y costosa, ya que requiere que gobiernos extranjeros intervengan y le pidan permiso al Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania para que sus ciudadanos puedan viajar y, después de esto, encontrar la forma de llegar a Ucrania.
Herman, abogado de la clínica BioTexCom, afirma que muchos padres lo han llamado desesperados y llorando, intentando averiguar cómo pueden evitar todas esas “complejas normas legislativas”.
Luego de varios intentos fallidos, María y Andreas Tengros, una pareja sueca, lograron recibir un permiso de las autoridades ucranianas e ingresar al país gracias a que, después de aparecer en un programa de televisión nacional en el que presentaron su caso, un donante anónimo se ofreció a pagarles un avión privado. El vuelo fue pospuesto varias veces y la familia ya había perdido toda esperanza cuando el gobierno ucraniano, finalmente autorizó el viaje.
“Es horrible porque cuando crees que tienes una solución para llegar, otra frontera se cierra”, cuenta Andreas, el padre de los gemelos Louis y Ella.point 138 | Por otro lado, María relata lo frustrante que es que nadie te de una respuesta concreta del procedimiento.point 232 |
“Nadie sabe cómo llegar a ningún lado.point 40 | Sin embargo, sentarse aquí y tenerlos en nuestros brazos nos da una sensación de alivio.point 116 | ¡Lo logramos! Es increíble”, cuenta la madre alegremente.point 174 | 1
María y Andreas tuvieron suerte, lamentablemente, no todos los padres tienen la posibilidad de permitirse un avión privado ni un donante que se lo ofrezca. Y el problema, no hará más que crecer si no se encuentra una solución rápido. “Todos los días vienen al mundo bebés nacidos por subrogación en Ucrania”, comentaron los medios locales.
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