Estos “padres” nunca quisieron realmente a su hijo adoptivo.
Los padres adoptivos de un estudiante de secundaria de Alabama (EEUU), que alimentaron a la fuerza al niño con salsa picante, vertieron sal en sus heridas abiertas y lo mantuvieron cautivo en un sótano, fueron condenados a dos años de prisión la semana pasada.
Richard y Cynthia Kelly, de 60 y 51 años, respectivamente, fueron sentenciados en la corte del condado de Jefferson el jueves por encerrar a su hijo adoptivo Ethan Kelly en el sótano de concreto de su casa, matarlo de hambre y golpearlo con paletas de madera, según información de medios locales.
En su testimonio, Ethan, de ahora 18 años, recordó con horribles detalles cómo estuvo a punto de morir y en un momento fue hospitalizado.
El joven fue adoptado por la pareja años antes.
“Me dijeron que era un niño malo”, dijo Ethan a la corte, según medios locales. “Me dijeron que nadie me amaba o que nunca me amaría”.
En noviembre de 2016, cuando tenía 14 años, sus padres llevaron a Kelly a un hospital local. Estaba desnutrido, no podía hablar, babeaba, tenía temblores y Richard Kelly había usado cinta adhesiva para cubrir una herida en su rodilla, dijo la policía.
“Había una posibilidad de que Ethan no lo lograra”, dijo el personal médico a los detectives, informaron los medios locales. Según los informes, el adolescente pesaba 24kg en ese momento.
La pareja fue arrestada luego de que el personal del hospital notificara a las autoridades sobre el grave estado del niño. Los Kelly se declararon culpables de abuso infantil agravado en diciembre de 2019, según medios afiliados de CBS .
“Su cuerpo estaba fallando en todas las formas críticas que nos mantienen con vida”, testificó la doctora Melissa Peters, médica del Children’s of Alabama, de acuerdo a medios locales. “Básicamente se estaba muriendo”.
Mientras registraban la casa de la familia, los investigadores ubicaron la habitación improvisada y estéril de Ethan en el sótano, según medios de la localidad.
El único elemento en el espacio era un colchón de resortes sucio. La habitación, equipada con dos cerraduras, también se alarmó. También se encontró una cámara de vigilancia rota dentro del alojamiento.
“Todo cambió cuando vi la habitación de Ethan ”, dijo el detective Sean Boczar en la corte.” Tuve que pensar que había alguien viviendo en esa habitación “.
Los viajes al baño de Ethan fueron monitoreados, dijeron los investigadores. A veces lo obligaron a usar una caja de arena y otras veces le proporcionaron pañales, agregaron.
Desde los 11 años hasta que lo sacaron de la casa, Ethan Kelly pasó hasta 23 horas al día encarcelado en la pequeña habitación.
“Lloré todas las noches y oré para que Jesús terminara con todo”, dijo en la corte, de acuerdo a medios locales . “No soy quien solía ser. Ni siquiera soy quien se suponía que era. Viví la historia de Cenicienta sin final feliz “.
Richard y Cynthia Kelly argumentaron que habían confinado al niño en su habitación debido a sus tendencias destructivas, culpándolo por destruir estanterías y un estéreo.
La hija adoptiva de la pareja, Tamara, así como otro hijo adoptivo, Jacob Evan, también vivían en la residencia en el momento del abuso. La pareja insistió en que a menudo dejaban que Ethan saliera de su casa para las competencias de porristas, los partidos de fútbol y otras actividades de su hermana.
Ahora, un estudiante de último año de secundaria, Ethan vive en un hogar de acogida. En la corte, perdonó a sus antiguos captores.
“Aunque nunca dirán, ‘lo siento'”, les dijo a los Kelly, “los perdono”.