Un hijo es la más grande bendición que unos padres puedan recibir, así como también no existe dolor más terrible cuando enferman o peor aún cuando su frágil existencia corre grave peligro.
Es lo que ocurre por el corazón de tantos padres que tristemente se enfrentan a la dura lucha cuando sus pequeños son azotados con horribles enfermedades, como el cáncer. Lamentablemente, no hace distinción de edad, a todos golpea de la peor forma.
Cuando a pesar de todos los intentos, llega el momento final, no hay palabras de aliento que valgan, la desesperación es indescriptible y no es de extrañar que los padres se encuentren sin norte, sin saber qué camino tomar, ya que sus vidas no tienen sentido sin sus hijos.
Tal es el caso de una pareja de Constanta, Rumania, quienes después de 7 años luchando contra el cáncer de su hijo Cristian Dimitris Arava, de 9 años, falleciera, decidieron partir para siempre junto a él, quitándose la vida. Cristian fue diagnosticado con cáncer cuando tenía 2 años, por lo que estos últimos 9 años fueron para la pareja de 46 años de edad, su muerte en vida.
Las autoridades se presentaron en el departamento de la pareja y encontraron los cuerpo de ambos, con evidentes señales de haber conseguido su objetivo: morir para estar junto a su hijo por siempre. El fiscal Sadic Zafer encontró el cuerpo sin vida de la madre junto al de su pequeño, quien al parecer acababa de fallecer, el cuerpo del padre fue hallado sin vida en la cocina.
La forma en la que fallecieron ambos padres fue la misma, por lo que las investigaciones apuntan a que fue premeditado. Los oficiales procedieron a retirar los cuerpos sin vida de la pareja. Los padres dejaron una carta de despedida de 13 páginas en la que relataban su angustia, que inició cuando a su hijo le diagnosticaron un tumor cerebral e hidrocefalia grave.
Un blog personal de la madre de hace 7 años reveló su sufrimiento, especialmente cuando les dijeron que no había cirugía posible para Cristian. “Sentí que estaba muriendo cuando escuché el diagnóstico. No puedo expresar el dolor que sienten dos padres al encontrar noticias tan trágicas sobre su hijo. Tenía solo dos años”, relató la madre.
“La idea de que cada momento puede ser el último, me vuelve loca”. Después, explicó que los médicos aseguraron que si se daba el milagro y Cristian permanecía con vida, a los 9 años o cuando tenga la mayoría de edad, una cirugía podía ser posible. Es por eso que la muerte de su hijo tuvo que robarles la esperanza que les quedaba y no encontraron otra vía posible que irse junto a él.
“Todos nos dicen que seamos positivos, ¿alguien puede aceptar la realidad de su hijo? ¿Cómo un tumor maldito, instalado donde no debería, puede robarle su infancia, adolescencia, juventud e incluso la vida ? Desde el principio, en la cama del hospital, le prometí a mi hijo que nadie ni nada les robaría su derecho a la infancia”, se lee en el blog.
Es realmente desolador que esta pareja no haya buscado otra opción, sin embargo, nadie puede juzgarlos, el dolor por la partida de un hijo es indescriptible. No olvides COMPARTIR esta historia con tus amigos.