Un padre le quitó la vida a su hijo de 9 años antes de dispararse a si mismo.
Todo ocurrió en su apartamento en medio de una batalla por la custodia con la madre del niño.
Stephen de 49 años, y su hijo Pierce murieron por las heridas de bala de aquel día.
La afligida madre del niño, Lesley Hu, de 41 años, supuestamente llamó a la policía después de que la escuela llamara y dijera que su hijo no se presentó a clases.
La abogada de Hu, Lorie Nachlis, afirmó que el padre sufría de una enfermedad mental no tratada que lo obsesionaba con la salud de su hijo y lo volvía paranoico con las vacunas.
Fue en 2016 cuando la pareja se divorció y Lesley buscaba la custodia completa de su hijo para poder tomar decisiones médicas.
Justo un día antes del trágico incidente, Stephen había dado su aprobación para vacunar a Pierce.
Los registros judiciales mostraron que el padre se unió a un “grupo de autoayuda de la nueva era” en 2012 y se convenció de que el gobierno usa el control mental en las personas.
Cuando se divorciaron en 2016, el padre ya le había pagado al grupo miles de dólares.
También se había negado a permitir que su hijo se vacunara y afirmó que Pierce había sufrido efectos secundarios negativos después de recibir las inyecciones cuando era un bebé, incluida la pérdida de peso y los vómitos.
Los abogados de Stephen escribieron en un expediente: “Este no es un padre” anti-vacuna que busca evitar que su hijo sea vacunado”.
“Para el niño promedio, la relación riesgo-beneficio de las vacunas está a favor de las vacunas. Sin embargo, para un determinado subconjunto de la sociedad, ese no es el caso. Pierce es una de esas personas”.
Pero Lesley negó las afirmaciones de Stephen y argumentó que los médicos de su hijo recomendaron encarecidamente que se vacunara.
“La postura del padre sobre las vacunas ha adquirido un tono de culto”, alegó.
Lesley también afirmó que su exmarido grababa en video la respiración de su hijo varias veces al día “para documentar la congestión nasal”, ya que se había obsesionado con la salud de Pierce.
“Sí, los padres no estuvieron de acuerdo con las vacunas, pero no estuvieron de acuerdo con otros asuntos que afectan el bienestar del niño”, dijo el abogado Nachlis.
“De hecho, no estaban de acuerdo sobre si Pierce era un niño sano o un niño enfermo. ¿Su nariz tapada era producto de alergias o algo más grande? Pierce no fue asesinado por un desacuerdo sobre la congestión nasal y no fue asesinado por un desacuerdo con respecto a las vacunas. Fue asesinado por razones mucho más complejas”.
El abogado de Lesley también argumentó que el padre llevó a cabo el asesinato-suicidio porque sentía que ya estaba perdiendo el control.
Nachlis le dijo a KRON4: “Castigó a Leslie con el último acto de violencia, matando a su hijo, y ella sufrirá como creo que fue la intención por el resto de su vida”.
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