Con tan solo 12 días la pequeña Alba conoció la tristeza del rechazo.
Sus padres biológicos la abandonaron, e inmediatamente entró en la lista de adopción. Era una bebé preciosa, con preciosos ojos azules y el cabello rubio.
Lamentablemente, Alba fue rechazada aproximadamente por unas 20 familias. Porque la pequeña nació con síndrome de down.
Sin embargo, alguien la adoptó sin siquiera conocerla. El que se convertiría en su adorado padre, Luca Trapanese, un hombre soltero y homosexual, dos cualidades que hasta antes del 2017 no le hubiera permitido formar una familia en Italia, país de nacimiento de Alba y Luca.
Luca Trapanese, quien actualmente tiene 41 años, perdió a su mejor amigo a los 14 años de edad, luego de que el niño sufriera de cáncer terminal. Instante decisivo en su vida porque al acompañar a su amigo en la enfermedad desarrolló una sensibilidad especial y decidió que dedicaría su vida a ayudar a personas víctimas de alguna enfermedad o con capacidades diferentes.
Trapanese deseaba ser padre, pero hasta el 2017, año en el que se aprobaron las uniones civiles para parejas homosexuales y que hubo cambios en la ley de familias monoparentales, no podía.
“En el instante en que inicié el proceso de adopción, gracias al cambio de las leyes (familias monoparentales) me informaron que solo sería candidato para adoptar a un niño con discapacidad severa o con problemas de comportamiento, un niño que hubiera sido rechazado por todas las familias”, contó en el registro.
Recuerda que lo llamaron por teléfono para informarle de la pequeña Alba y de cómo había sido rechazada por 20 familias “tradicionales”.
Según comentó Trapanese, corrió de inmediato al hospital a buscar a su hija de sólo 12 días de nacida: Alba. “Cuando fui al hospital a buscarla y la vi allí, tan pequeña y sola, no pude evitar cogerla en mis brazos. Sentí que era mi hija desde ese instante”, expresó.
Ya ha pasado más de un año desde que Alba conoció a su papá, y desde entonces son inseparables y a través de sus redes sociales podemos apreciar cómo la preciosa pequeña está creciendo, siempre unida a su querido padre.
“Mi historia y la de Alba derrumba varios estereotipos en términos de religión, familia y paternidad, y muchas otras cosas. Pero al final del día, esto solo es otra historia de vida”, dijo.
No dejes de COMPARTIR esta conmovedora historia con todos tus amigos. ¡Nos alegramos por Alba y Luca que al fin, lograron su sueño!