Jonathan Stevens de 36 años murió ahogado en la playa mientras rescataba a tres de sus cuatro hijos, que estaban mar adentro y no eran capaces de volver a la orilla por culpa del gran oleaje.
El padre había ido a pasar el día en la playa con su familia cuando empezó a a subir la marea y ció que sus hijos no podían salir del agua.
Stevens no lo pensó dos veces y se lanzó al agua para intentar rescatar a los niños que eran arrastrados por la marea. El padre consiguió salvarlos a todos, pero al final se quedó sin fuerzas para poder salir él del oleaje.
Los hechos sucedieron el domingo 2 de agosto en Inglaterra y, cuando los bañistas vieron que el padre no podía volver a la orilla, avisaron a los socorristas, que lo consiguieron sacar del agua y lo trasladaron al hospital, donde finalmente murió.
Jonathan Stevens ha dejado huérfanos de padre a sus pequeños y a una “absolutamente devastada” esposa.
“Murió como un héroe salvando a nuestros bebés”, ha confesado Laura Burford, esposa de la víctima, a los medios locales.
La mujer, que se encontraba en casa cuando ocurrieron los trágicos hechos, ha mandado un breve comunicado en el que asegura que se encuentra «absolutamente devastada»tras haber perdido al amor de su vida.
Un amigo de la víctima ha creado una página en GoFundMe para poder recaudar fondos para su mujer e hijos.
“Todos estamos pensando en ti en este triste momento. Mucho amor”, ha escrito Powman en la descripción de la página de las donaciones.