Una mujer estaba tan desesperada por que sus damas de honor no le robaran el trueno que tomó medidas drásticas.
Al compartir su historia, la mujer llamada Penny admitió que en secreto engordó a sus dos hermanas, que eran sus damas de honor, antes de su boda.
La novia que llevó todo al extremo, era la hija del medio y contó cómo ella y su hermana mayor Maggie y su hermana pequeña Charlie son “superunidas” pero muy competitivas entre sí.
Penny dijo que siempre se había sentido como “Jan Brady” de The Brady Bunch junto a la “caliente y popular” Maggie y la “linda y divertida” Charlie.
En el período previo a la boda, las tres chicas vivían juntas con el prometido de Penny, Richie.
Ella admitió que todo se volvió bastante “intenso” y comenzó a “obsesionarse con cada pequeño detalle”, en particular, cómo se verían las fotos de su boda.
“Estos estarán en exhibición en mi casa para siempre”, explicó.
“No quiero que me recuerden hasta mi último día en la tierra que yo era la hermana corriente”.
Decidida a hacer que sus hermanas se vieran “lo más ordinarias posible” en su gran día, Penny exigió que la pareja rubia de piel clara vistiera un “amarillo neón que las hacía lucir descoloridas y ligeramente enfermas”.
“Les dije que iba por un look de fiesta divertido, pero estaba encantada de que el color las hiciera lucir pálidas”, admitió.
Pero eso no fue lo peor que hizo.
Penny contó que todas las mañanas insistía en preparar batidos de desayuno “especiales para adelgazar” para todos.
Sin embargo, Penny llenaba el recipiente del batido para bajar de peso con una proteína en polvo para aumentar de peso que había encontrado en una tienda de musculación.
Ella reveló: “Al principio fue fácil, pero el mes anterior a la boda estaba agregando el triple de la cantidad prescrita al batido de Maggie y Charlie, dejando el mío simplemente como fruta y agua de coco”.
Naturalmente, en el momento de la boda, ambas hermanas habían notado que sus cinturas se volvían más gruesas y necesitaban que cambiaran sus vestidos para adaptarse.
Al recordar el día de su boda, Penny admitió que no se arrepiente.
“El día transcurrió sin contratiempos y todos lo pasaron muy bien”, recordó.
“Nunca pensé ni por un momento el día de mi boda que no era el centro de atención o la persona más importante en la sala”.
Si bien a veces siente una “punzada de culpa” cuando mira las fotos y ve a sus hermanas “luciendo desgastadas y regordetas” mientras ella se ve “radiante y hermosa”, dijo que en su mayoría se siente feliz.
Afortunadamente, Maggie y Charlie han perdido desde entonces el peso que ganaron, y cuando le piden a Penny que les prepare un batido, ella les dice que el batido para bajar de peso ha sido descontinuado y en su lugar les hace tostadas.