Aparentemente el suicidio de un niño esta relacionado con un nuevo juego.
Las autoridades están investigando si el aparente suicidio de un niño de 11 años está relacionado con un juego de distribución que hace olas a través de las redes sociales, según los medios.
El niño saltó desde su balcón en Nápoles (Italia) alrededor de la 1 a.m., según los medios.
Dejó una nota a sus padres que decía: “Te amo mamá y papá. Ahora tengo que seguir al hombre de la capucha negra. No tengo más tiempo. Perdóname”,
Los investigadores están evaluando si la nota del niño es una referencia a la persona en línea “Jonathan Galindo”, un personaje ficticio que al parecer pide a los niños que completen varias tareas que finalmente terminan en su suicidio.
Según todos los informes, el chico parecía feliz y bien, informan los medios.
No está claro quién podría haber contactado al chico, pero el creador del personaje, un productor de efectos especiales, ha dicho que no tiene ninguna participación en el juego en línea.
Se cree que el creador del personaje escribió una publicación en Twitter en julio que dijo que hizo la figura para su “propia diversión extraña, no para algún buscador de emociones de hoy en día que busca asustar e intimidar a la gente”.
Las tareas que se les pedían a los niños tenían como objetivo iniciar de poco e ir subiendo de nivel a más peligrosas, se comenzaba con actividades como ver una película de terror y terminaba en autolesiones y suicidio.
El juego tiene similitudes con el llamado desafío de ballena azul, que se extendió por todo el mundo en 2016 desde Rusia, en el que se pidió a los niños que hicieran 50 tareas en 50 días, con la última tarea de suicidio.
Al menos 130 suicidios pueden estar vinculados al desafío de las ballenas azules a nivel mundial.
Un chico de Texas (EE.UU) se suicidó en 2017, ahorcándose en su armario y transmitiendo su muerte a través de su teléfono, que fue apoyado usando un zapato. Su familia cree que estaba relacionado con el desafío de la ballena azul.
En 2018, surgió otro juego macabro llamado el desafío Momo en el que se enviaron amenazas a niños exigiendo que se suicidaran.