Una maestra en Reino Unido, mintió diciendo que un niño se estaba muriendo de cáncer para no asistir a trabajar.
Kelly Baker, de 31 años, recibió un permiso remunerado por parte de la escuela donde trabajaba durante su ” historia”, que duró más de un año.
Incluso creo certificados médicos falsos para intentar respaldar su historia. Pero sus mentiras salieron a la luz, cuando una compañera de trabajo trató de visitar al niño en el hospital para ver cómo seguía.
La maestra Gwyn Evans, que trabaja con Baker en la escuela, viajó al Hospital donde supuestamente se encontraba el niño, pero cuando llegó le dijeron que ella no estaba allí y que el niño que buscaba nunca había estado en el hospital.
Más tarde, después de descubrir que ella también les mintió acerca de necesitar días libres para el funeral de su padre, la escuela la despidió.
Baker también fingió 13 problemas de salud propios para tomarse días de descanso.
Afirmó que sufría fatiga viral, un brazo roto, costillas fracturadas, cadera dislocada y una infección del tracto urinario.
Además, La escuela descubrió que había falsificado una de sus referencias para conseguir el trabajo en la escuela.
La maestra, recibió una pena de cárcel suspendida después de admitir dos cargos de fraude y se le prohibió enseñar durante cuatro años mediante una audiencia disciplinaria.
Durante la audiencia disciplinaria en Cardiff (Reino Unido), se dijo que incluso llamó por teléfono a la escuela en una ocasión para decir que no podía asistir a trabajar porque el niño había perdido el uso de sus piernas y había caído en coma.
“Abusó de la confianza de la autoridad escolar y de sus colegas, y su conducta tuvo serias implicaciones financieras para la escuela”.
“El personal y los alumnos de la escuela estaban angustiados por creer que el niño tenía cáncer. Baker inicialmente se tomó un mes de descanso”.
“Luego, 18 meses después, dijo que el niño había perdido el uso de sus piernas antes de caer en coma causado por un ventilador defectuoso que le quitaba oxígeno”.
“Dos meses después, dijo que el niño había recuperado la conciencia pero estaba en una unidad de alta dependencia y no podía reconocer a las personas”.
Su abogado dijo: “Ella había creado un mundo de fantasía y luego no podía separarlo de la realidad”.