Una mujer tuvo relaciones sexuales con un niño de 11 años de edad bajo su cuidado y aún así eso no hará que Jade Hatt, de 21 años, vaya a la cárcel.
La razón: el juez británico que le dictó sentencia, comentó que el menor era bastante maduro para su edad y ella muy inmadura. El padre del menor también justificó a la niñera declarando ante la corte que su hijo estaba: “dispuesto” para la experiencia y “para nada afectado” por la situación.
“Seguramente lo verá como una marca (de victoria) para su cinturón”, aseguró su padre, quien en el pasado también había mantenido relaciones sexuales con Hatt. Sin embargo, su testimonio como la decisión del juez de ordenar una sentencia suspendida de seis meses de cárcel han sido duramente criticados en Reino Unido.
“Los comentarios del juez envían un mensaje equivocado”, fue además la reacción de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad con los Niños. “Confirma una idea común en la sociedad de que el abuso de un niño por parte de una mujer es de alguna forma menos grave que el abuso de una niña por parte de un hombre”, comentó la organización.
Testimonios compartidos en la corte, indican que Hatt estaba cuidando a su víctima un día que éste no tenía que ir a la escuela, algo que ya había hecho en otras ocasiones.
“La acusada llegó a eso de las 11:30 am. Una relación sexual tuvo lugar”, le dijo la fiscalía a una corte en Swindon, en el sur de Inglaterra. Después el padre notó una mordida en el cuello de su hijo y encontró mensajes de texto de la niñera revelando lo ocurrido, por lo que llamó a las autoridades.
Hatt fue arrestada. Y posteriormente confesó haber mantenido relaciones sexuales con el menor. Sin embargo, en su defensa, argumentó haber creído que el niño a su cuidado tenía 15 años, aunque después se estableció que su padre ya le había informado de su verdadera edad. “Ella le dijo que lo había disfrutado. Él dice que no y que sabía que no era algo correcto”, confirmó en el juicio la fiscal, Hannah Squire.
Sin embargo, el juez Tim Mousley aceptó el argumento de la defensa sobre la supuesta inmadurez de Hatt, en comparación con un niño descrito por su propio padre como: “loco por el sexo”. “Eso reduce la diferencia aritmética de edad entre ustedes”, dijo Mousley para justificar la decisión de no enviar a la niñera a la cárcel, tal y como sugieren las guías para este tipo de incidentes.
El juez Mousley solicitó incluir a Hatt en el registro de delincuentes sexuales por siete años y le prohibió cualquier contacto no supervisado con menores por dos. Sin embargo, muchos se preguntan si algún juez se hubiera atrevido a ser igual de generoso si la víctima hubiera sido una niña y no un varón.
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