UNA NIÑERA que mató a golpes a un bebé de 20 meses escapó de la pena de muerte.
Shayla Boniello, de 30 años, se declaró culpable de homicidio capital el jueves por la mañana, según el fiscal de distrito del condado de Milam en Texas (EEUU), según información publicada por medios locales.
Anteriormente se supo que Boniello admitió que golpeó, abofeteó, sacudió y exprimió a Patricia “Annie” Rader, de 1 año, por frustración durante el incidente del 3 de diciembre de 2018.
Los equipos de emergencia se apresuraron a la casa del abuelo del bebé en Rockdale luego de los informes de que un niño que no respondía.
Pero la bebé Annie fue declarada muerta en la residencia después de que los técnicos de emergencias médicas no la revivieron.
Boniello fue arrestado y acusado de poner en peligro a un menor antes de ser acusada de homicidio capital.
La malvada niñera confesó que agredió al bebé hasta que dejó de moverse.
La niña indefensa Annie sufrió heridas extensas por la terrible experiencia, incluidas laceraciones y hematomas en todo el cuerpo.
Los documentos judiciales declararon que Boniello confesó haber apretado a la niña durante tres minutos, “hasta que sintió que sus huesos comenzaban a estallar y aplastar”, según una declaración jurada.
El abuelo del bebé tenía la custodia temporal del niño cuando ocurrió el asesinato.
Pero según medios locales, el abuelo de Annie tenía una relación con Boniello, quien vivía con él después de que la pareja se conoció en un sitio de citas.
Según la página de Facebook, ” Justicia para Annie “, los miembros de la familia de la bebé no estaban contentos con la sentencia de Boniello, después de que querían que recibiera la pena de muerte por su crimen.
Una publicación en la página dice: “Nuestra familia está decepcionada con el hecho de que la pena de muerte fue quitada de la mesa, la cadena perpetua no es una pena lo suficientemente severa por lo que le hicieron a Annie”.
Rachel Bond, la tía abuela de Annie, le dijo a ABC 25 que, dado que Boniello “no mostró a Annie absolutamente ninguna piedad”, el asesino tampoco debería recibir piedad.
Sin embargo, la fiscalía revisó el caso y determinó que Boniello había sufrido una lesión cerebral traumática y tenía un pasado no violento, según un informe de The Eagle.
Esos dos factores influyeron en la decisión de condenar a la joven de 30 años a cadena perpetua en lugar de condenarla a muerte.