Una estudiante de 8 años llegó a la escuela con marcas “de amor” mientras usaba tacones altos y maquillaje, sorprendiendo a sus maestros.
La chica usaba ropa interior manchada de sangre y ropa sucia cuando apareció en su colegio. También tenía lesiones visibles en su cuerpo y muchos maestros se preocuparon.
Una de las enfermeras de la escuela primaria contactó a las autoridades y dijo que la estudiante podría haber sido objeto de prostitución.
Cuando se le preguntó, ella reveló cómo su padre permitió que sus amigos pedófilos la tocaran a cambio de dinero para que él pudiera comprar drogas.
Su padre James, de 43 años y Teri Sánchez, la madre de la niña, fueron arrestados y acusados de delitos de abuso infantil, promoción de la prostitución, tráfico de personas y contacto sexual criminal de un menor.
Stewart negó haber prostituido a su hija con abusadores de menores.
El fiscal del caso, Collin Brennan, dijo: “Hay declaraciones de testigos que presenciaron chupetones en la niña. Hablamos de casos en los que ella realmente llegaba a la escuela con tacones y maquillaje. Los maestros y administradores, están tratando de ayudar a la víctima incluso con su propio dinero y aún así, ella regresó al día siguiente, con mala higiene y ropa inadecuada.
“La evidencia demostrará que no solo le permitió aparecer en la escuela sucia, sino que también le enseñó cómo ser carterista y que también la usó de manera sexual para recibir narcóticos”.
La abogada de Stewart, Stephanie Gulley, argumentó: “Mi cliente no es culpable de ninguno de estos cargos y el estado no tendrá ninguna evidencia para ustedes”.
“Y, francamente, cualquier persona que sea padre debe preocuparse de que alguien pueda presentar estos cargos contra cualquier padre”. Todo el tiempo que escuchas a sus testigos, no tienen ninguna evidencia en este caso “.
Ella agregó: “Mi cliente jamás ha estado de acuerdo con cómo visten a la niña o cómo la maquillan”.
Pero la niña reveló a los entrevistadores forenses que su padre había dejado que sus amigos la molestaran para comprar “malezas, pipas y otras cosas”.
La niña dijo: “Siempre digo que no quiero, pero él… me obliga a hacerlo”, y agregó: “Papá tomó la mitad del dinero y le dio la otra mitad a mamá”.
Por ahora el juicio continúa.
¿Puedes creer que haya padres así? ¡Merecen todo el peso de la ley por no dejarla tener una infancia normal!