De multimillonario con una vida llena de lujos y placeres, pasó a ser un hombre humilde que prácticamente vive en la calle.
A los 23 años de edad, todo lo que Mazzi Dumato soñaba era ser millonario para vivir rodeado de fiestas, mujeres, lujos y los mejores autos, así que decidió abrir su primera empresa en Dubái, la misma que 7 años más tarde, le permitió adquirir una gran cantidad de propiedades y varios millones de dólares en su cuenta bancaria.
Libre de preocupaciones y lleno de placeres, Mazzi decidió comprarse un lujoso Ferrari valorado en más de 150 mil euros, pero, jamás imaginó que un descuido le cambiaría la vida por completo. Mientras manejaba de regreso casa, el joven sufrió un terrible accidente automovilístico en el que no solo su auto quedó destruido, sino que varias personas resultaron heridas, por lo que fue llevado a prisión.
El hombre no podía creer lo que estaba pasando, ¿cómo era posible que él, un sujeto tan influyente estuviera en esa horrible prisión? “Recuerdo que me senté y pensé “esto es todo lo que tengo ahora”. Me habían quitado mi libertad y sólo tenía una almohada y una cama, como todos los demás que se encontraban allí. No era más ni mejor que los demás, en prisión era Dumato, un hombre más”, comentó.
Luego de salir de la cárcel, Dumato viajó a Brasil en donde conoció a Milena Pease, una joven que después de vencer la leucemia dedicó su vida a ser voluntaria. La fuerza y bondad de aquella mujer que más tarde se convertiría en su futura esposa, lograron hacer que Mazzi le diera un giro a su vida, abandonara los lujos y donara gran parte de su fortuna a la caridad.
No obstante, pronto comprendió que el dinero no era suficiente, sino que la gente necesitaba atención y amor. Lamentablemente la vida le tenía preparada una dura batalla, su esposa enfermó de cáncer de mama.
Angustiado y lleno de dolor, Dumato no se dejó vencer, gastó casi todo lo que le quedaba para salvar a Milena y se estuvo en todo momento a su lado hasta que juntos vencieron la horrible batalla que casi le quita la vida a su esposa. Utilizaron esta difícil etapa para abrir centros que trataran esta enfermedad de forma gratuita y que miles de mujeres tuvieran la oportunidad de luchar y poder sobrevivir.
El joven que soñaba con fiestas, riqueza y cuentas bancarias millonarias, se ha convertido en un hombre generoso que viaja por toda América del Sur ayudando a quienes más lo necesitan; cuenta con tres centros de tratamiento para personas con cáncer, abrió una cadena de restaurantes en Ecuador en los cuales venden artesanías de tribus a las que también ayuda e increíblemente vive con lo mínimo para poder sobrevivir.
Actualmente, Dumato asegura que es muy feliz, que ahora todo tiene sentido y que ni todo el dinero del mundo podría pagar la felicidad que siente al ver a su esposa con vida y la sonrisa en el rostro de todas esas personas cuando se sientan a comer. “Si volviera a tener 2.7 millones de dólares, lo volvería hacer, la vida de una persona no tiene precio”, confirma Dumato, el sujeto que cambió sus millones para salvarle la vida a miles de personas.
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