Los perros son mascotas fieles, por eso muchas personas deciden disfrutar de su compañía durante su vejez.
Una mujer de 80 años decidió ir a caminar junto a su mascota Soren, pero regresó a su casa vuelta un mar de lágrimas debido a una extraña multa.
Maureen Sanders paseaba a su perra por el cementerio de Bootle en Merseyside, Inglaterra, y recibió una multa por $63,79 a causa de la correa de su animal.
El arnés de Soren era muy largo para ser utilizado en las áreas verdes del cementerio. Según señala la anciana nunca antes había recibido ningún tipo de advertencia sobre la prohibición de pasear a su perra con ese arnés, aunque es algo que suele hacer a diario.
Unas oficiales se acercaron a Maureen y sin hacerle ningún tipo de advertencia la multaron porque la correa de su mascota era muy larga. Esto sorprendió a la pensionada, ya que en el lugar no existe ningún cartel que indique una longitud máxima para la correa de las mascotas.
“Dos mujeres se me acercaron y me dijeron que el cable era «demasiado largo» y que debía ser inferior a dos metros si quería pasear a mi perro de rescate en el área”, dijo la Sra. Sanders.
La abuela de 80 años regresó a su casa con gran impotencia, no sólo por la multa sino porque recibió la advertencia de que en caso de no cancelar los $63,79 a tiempo el monto ascendería a $3188,88. Como si esto fuera poco, también se le advirtió que corría el riesgo de recibir cargos penales. Esta situación quebró la entereza de la mujer quien sólo pudo correr a llamar a sus hijas para contarles lo ocurrido.
“No tenía idea de que era una regla. Mis hijas llamaron a One Stop Shop cuando tuve que pagar la multa y el personal de allí me dijo que nunca habían oído hablar de eso”, comentó la Sra. Sanders.
Soren es de Rumania, Maureen la rescató de su país donde había recibido maltrato y llevan juntas casi tres años. Según explicaron sus hijas, la Sra. Sanders tiene un problema en sus caderas y necesita ser operada, esta es una de las razones por las cuales la mujer usa una cadena de dos metros para salir a pasear a la mascota.
La multa se les hace un poco absurda, pero las hijas de Maureen se han ofrecido a ayudar a su madre a pagarla.
“Mi hermana y yo nos ofrecimos a pagar, pero mamá está convencida de que, como no estaba haciendo nada malo, paseaba a su perro con una correa en la parte trasera del cementerio lejos de las tumbas, temprano en la mañana en el único espacio verde cerca de su casa”, dijo Maggie Eaton, hija de la Sra. Sanders.
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