Una madre de 39 años de edad, levantó toda una ola de generosidad y le recordó al mundo lo gratificante que es ayudar al prójimo.
Cientos de personas se sumaron a la causa, luego de que Rachael Finn apareciera en televisión nacional mientras era entrevistada para un noticiero y entre lágrimas sacara los últimos céntimos que le acompañaban y comentara su horrible situación.
La actriz vive junto a su hijo de 18 años de edad, en un refugio para personas sin hogar en Grimsby, Inglaterra, luego de que su economía se viniera abajo. Frente a su triste realidad, para ella fue inevitable contenerse mientras un reportero le preguntaba acerca de la situación de los ciudadanos vulnerables y de bajos ingresos en Grimsby.
La mujer se sintió aludida y mientras respondía sacó 15 céntimos de su bolsillo y comentó que contaba sólo con eso para sobrevivir ella y su hijo. “Este es todo nuestro dinero”, dijo la madre en ese momento. Al ser transmitida la entrevista, cientos de personas de buen corazón empezaron a ofrecer ayuda para la mujer y su hijo.
Algunas quisieron ayudarla con alojamiento y en menos de 24 horas una campaña benéfica a su nombre logró recaudar la generosa cantidad de 30.000 dólares.
La mujer quedó impactada con la solidaridad de la gente, ya que, además del dinero ha recibido muchos alimentos. Debido a tanta generosidad, Rachael decidió que todo lo recaudado fuese destinado a la Fundación Rock para que no sólo ella se beneficie con la ayuda, sino ofrecerles la oportunidad a otras personas que estén en una situación parecida. “Estoy abrumada, es increíble. Me ha impresionado cuántas personas desean ayudar”.
En Grimsby, uno de cada cuatro residentes, tiene bajos ingresos y uno de cada dos niños crece en situación de pobreza. Rachael no sólo está desempleada sino que lucha contra su depresión, sin embargo, no ha tenido cómo pagar a un especialista para que la ayude. Con los fondos que se han recaudado en su nombre, esperamos pueda recibir la atención necesaria.
“Mi depresión empeoró mucho y no estaba recibiendo ayuda. No salí de la casa en tres meses. Simplemente me senté en mi habitación y se intensificó. Me faltó apoyo, conseguir una cita con el doctor fue difícil. Simplemente me dirigen de una institución a otra, del consejo al equipo de crisis, al médico”, comentó la mujer.
Para Rachael, su hijo ha sido el único motivo para salir adelante, el joven que está próximo a cumplir 19 años de edad, acude a la universidad cuatro días a la semana y para esta mujer es una alegría saber que al menos él pueda estudiar y satisfacer sus necesidades con la ayuda que recibieron.
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