Una mujer francesa se enfrenta a hasta 10 años de prisión y una fuerte multa por volver a casarse con su exmarido sin su conocimiento.
Según los informes, la mujer anónima, que trabajaba como juez de alto rango en Hauts-de-Seine, en la región francesa de Ile-de-France, decidió vengarse de su exmarido, después de que él la dejara por otra mujer.
Para colmo de males, la mujer había sido abandonada por la hermana de un ministro francés para el que ella misma había trabajado como asesora judicial. Su extraño plan consistía en volver a casarse con su marido sin su conocimiento o consentimiento, para evitar que siguiera adelante con su vida junto a su nueva pareja.
Según medios europeos, la jueza de 58 años no pudo superar el hecho de que la habían abandonado por la hermana del ministro al que había asesorado, y finalmente recurrió a una serie de acciones ilegales para convertir a su ex de nuevo en su marido.
En marzo de 2019, falsificó la documentación y las identificaciones necesarias, y junto con un cómplice que se hizo pasar por su esposo dijo “sí” frente al alcalde de Saint-Denis de La Réunion, donde se desempeñaba como juez en ese momento.
El plan se desarrolló sin problemas, y su esposo permaneció ajeno al hecho de que se había vuelto a casar con su ex esposa, pero no por mucho tiempo.
Unas semanas después del matrimonio falso, el juez fue trasladado nuevamente a Hauts-de-Seine, donde sus colegas descubrieron rápidamente que se había vuelto a casar con su ex.
Aparentemente, la palabra viaja rápido en el sistema judicial, y no pasó mucho tiempo antes de que el esposo de la mujer escuchara la gran noticia.
Después de casi desmayarse con la noticia y la confirmación de que estaba nuevamente casado con su ex esposa, el abogado notificó a las autoridades y se inició una investigación sobre el asunto.
La juez bromista fue puesta bajo custodia policial el 11 de diciembre, junto con el hombre que se hizo pasar por su esposo y su hija, quien supuestamente también tuvo un papel que desempeñar en el plan.
Posteriormente, los sospechosos fueron puestos en libertad y sometidos a supervisión judicial.
El juez enfrenta cargos de “falsificación y uso de falsificación en escritura pública o auténtica” y “obtención y uso de documentos administrativos falsos por una persona que deposita la autoridad pública”.
Aún conserva el título de juez, pero actualmente está suspendida. Los medios franceses informan que la mujer corre el riesgo de que su caso sea remitido al tribunal penal, donde incurriría en una pena máxima de 10 años de prisión y una multa de 150.000 euros.