En un centro de mayores, una abuela dejó de comer porque su vida perdió sentido al no poder ver a su nieta.
“Dejó de comer y falleció. No tenía Covid-19. La dificultad visual y auditiva que padecía, le impedía ver a su nieta, que venía todas las tardes, en el iPad. No reconocía lo que veía en la tablet. Aguantó dos semanas. No le entraba nada. Nos costó mucho. ¿Cómo decirle a una persona, casi ciega y muda que tenía que estar confinada? A los tres días dejó de comer”, explicó el presidente del grupo Lares, Juan Vela.
“Hemos tenido varios intentos de suicidio. Un señor se cortó las venas”, sigue explicando Juan Vela. La rápida intervención de los trabajadores de la residencia impidieron un trágico final. No tuvo la misma suerte otro abuelo que se estranguló.
Son las experiencias más fuertes vividas durante esta crisis sanitaria, informa Juan Vela, que preside el grupo Lares, formado por 17 asociaciones que gestionan 1.045 centros de personas mayores, dependientes, con discapacidad y en riesgo de exclusión social, en toda España. El aislamiento es un doble castigo, ya que no pueden relacionarse de manera afectiva con las personas que más quieren.
“El aislamiento de personas mayores que no tienen coronavirus tiene que ser medido. El confinamiento en habitaciones me parece una medida sumamente fuerte porque queremos que tengan salud, lamentablemente, no podemos generarle otras enfermedades. Tenemos que equilibrar”, reflexiona el presidente Vela.
Vela solicita a las autoridades que valoren la posibilidad de que los adultos mayores en la residencias, con mascarillas y protección, puedan pasear por sus patios protegidos donde no haya nadie más o que puedan estar en las salas comunes guardando la distancia de seguridad, y salir de esas habitaciones en las que llevan 45 días sin poder salir.
“No se les puede seguir aplicando medidas con consecuencias tan trágicas. No todas las personas que mueren en las residencias son por Covid-19. Se pueden generar espacios o protocolos, con todas las prevenciones, y que puedan hacer la despedida en condiciones. He visto el sufrimiento de los familiares y es tremendo, ante la incomprensión”, finalizó Vela.
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