Inderjeet, un sujeto de la India de 60 años de edad, se acercó a su esposa y a sus hijas y les roció con ácido la cara.
Las tres fueron llevadas al hospital, sin embargo, la pequeña de año y medio falleció luego de salir del centro médico, ya que contrajo una infección. Después de lo ocurrido, Inderjeet acabó en la cárcel, pero desde allí escribió a su mujer, Geeta, pidiéndole perdón por lo que había hecho. Finalmente, ella retiró los cargos contra él.
Luego de pasar un tiempo en prisión, Geeta acabó perdonando a Inderjeet y él regresó a casa. La pareja tuvo una tercera hija y aunque Geeta dice que Inderjeet es civilizado, lamenta que pierda el control cuando bebe alcohol. “Cuando está ebrio, amenaza con matarnos. Sin embargo, ya nada me molesta. Lloro todas las noches por la miseria que estamos obligados a vivir, pero esta es nuestra vida”, asegura Geeta.
La hija que sobrevivió al ataque jamás cuestionó la decisión de su madre. En aquel momento tenía tres años y no recuerda bien cómo ocurrió todo. Pero, Geeta no lo ha olvidado: “No lo vi verter el ácido, sin embargo, supe que era él porque a menudo me amenazaba”.
“En nuestra sociedad la gente odia a la víctima más que al culpable, hay mucha presión; mi madre dependía de él y no tenía otra opción que volver a él”, explica la hija. Por su parte, Geeta relata el rechazo social al que tuvo que enfrentarse: “Los vecinos incluso me pidieron que me fuera de la zona. Estaba preocupada por nuestro futuro. ¿Cómo iba a criar a mis hijos?”.
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