Una bebé fue arrojada entre dos paredes y quedó atrapada, según el Personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, que la puso a salvo.
Rescatistas escucharon los llanos y analizaron la situación para poder sacarla sin generarle daños físicos, ya que la menor se encontraba a 3 metros de profundidad.
Expertos rompieron las paredes, que estaban manchadas con sangre y lograron salvarla. Después de una revisión médica detectaron que tenía bradicardia, es decir, un descenso de la frecuencia cardíaca normal para un recién nacido. Testigos informaron que la menor habría sido lanzada por su propia madre, quien aparentemente escapó para no ser detenida.
Todo el personal realizó sus esfuerzos para salvarle la vida a la niña, incluso una mujer bombero, quien colaboró también en el rescate y que hace poco fue madre, amamantó a la bebé que tendría aproximadamente unas 24 horas de haber nacido. “La bebé aceptó la leche, fue medio litro y comenzó a agarrar color en su rostro”, añadió la mujer a los medios locales.
Hasta ahora se desconoce a dónde fue trasladada la menor y los detalles de búsqueda de la madre que la abandonó.
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